Además de estar estupenda y tener unos ojos en los que Matías se ha llegado a ver reflejado, Carmen se define como una mujer pasional a la que le encantan las caricias y sentir a la otra persona. Le ha explicado a Elsa Anka que se dedica al placer de no hacer nada (se lo ha dicho en italiano). Gran parte de su tiempo lo invierte en pintar y en casa tiene casi un museo.
Tiene claro que en el primer instante en el que vea a su cita tiene que sentir un feeling que viene directamente desde el cerebro “es el sistema limbiótico”.
Javier, su cita, se ha presentado como un hombre “atípico, curioso y al que le gustan las cosas interesantes”. Está buscando a una mujer interesante con la que ir de la mano por el camino de la vida. Al ver el cuadro que su cita había dejado para él, ha sentido que la artista tenía cabeza y sensibilidad “puede ser interesante”. Al verle, Carmen ha soltado un “menos mal” y le ha dado dos besos y le ha tocado cariñosamente la cara. Un gesto que a Javier le ha gustado mucho y le ha tranquilizado, la cita ha comenzado muy bien.
El soltero estaba impresionado con el azul de los ojos de su cita y ha tenido la sensación de que tenían el mismo color que los lagos de Finlandia y su aspecto era el de una mujer nórdica. Carmen le ha contado que era de Santander, pero que vivía en Denia y ha querido saber la historia del fallecimiento de su esposa. Javier le ha dicho que su mujer era de Laponia, pero que murió hacía 40 años y que no le iba amargar la cena con esa historia tan triste.
En ese momento, Carmen le ha pedido permiso y le ha acariciado la cara con muchísima ternura. “Me acabas de meter un gol”, ha asegurado el soltero con el corazón a punto de estallar de amor.
Javier le ha contado a Carmen que por su trabajo había dado la vuelta al mundo en cuatro ocasiones y que hablaba 7 idiomas, pero no le ha dicho cuál era su trabajo “vamos poco a poco”. A nosotros si nos ha dicho que había sido jugador de fútbol hasta los 40. Javier no ha parado de acercarse todo lo que ha podido a Carmen y ella ha sentido que quería que le volviera a acariciar.
En la intimidad de la terraza de ‘First Dates’, el destino ha querido que a Carmen y a Javier les tocara besarse cómo si se fuera acabar el mundo y no han dudado en seguir su destino. Se han olvidado del mundo y han disfrutado de un beso lleno de pasión y deseo, que el soltero ha calificado de “cálido y con futuro”.
Hacía mucho tiempo que ninguno de los dos se besaba con nadie y han vivido el momento como algo maravilloso. No todos los días vemos cómo Cupido da en la diana de esa manera, y Carmen ha querido regalarle un pedacito de su obra pictórica, le ha regalado la lluvia y su corazón. Esta relación promete y mucho.