Rafa, el vampiro anillador de Leganés, ha llegado a ‘First Dates’ en busca de una mujer con que ir al cine y tener algo más que una relación sexual y se ha encontrado con una mujer tan especial que se le han caído los colmillos de la impresión.
Carlos Sobera ha recibido a Rafa con una broma sobre su profesión “me dijeron que eras anillador y pensé que era de palomas, pero ya veo que no”. Asegura llamar mucho la atención por su estética y ser un tipo muy analizable, y es que no deja indiferente a nadie. Matías se ha fijado en sus colmillos de vampiro y le ha preguntado que sí quería tomar un poquito de sangre. Entre broma y broma, les ha contado que ha tenido muchas relaciones sexuales, pero muy pocas sentimentales. “¿Te has aplatanado con el calor?”, le ha preguntado en tono de broma Carlos Sobera. Rafa se ha reído y le ha dicho que el calor no ayuda, que estaba más tranquilo y que con la edad había perdido las ganas de tanta intensidad “Podemos echar un kiki, pero también me gusta ir al cine a tomar algo…”.
Aida, su cita, se define como una persona friki de muchas cosas. En sexto de primaria se comenzó a teñir el pelo y muy pronto a tatuarse, siempre le ha tildado de friki, pero a ella no le ha importado. Al verla, Rafa ha exclamado un “bastante naif”, pero rápidamente se han comenzado a conocer y a ella le ha encantado que su cita fuer anillador porque ella lo quería ser, pero al final se puso a estudiar derecho.
Al tenerle enfrente en la mesa, Aida se ha dado cuenta de que Rafa llevaba los colmillos metálicos y le ha preguntado. Él le ha explicado que eran una fundas y no ha dudado en quitárselo para demostrárselo. Antes los llevaba de cerámica, pero los rompía todo el rato y se los había hecho de cromo.
A ella le han sorprendido sus colmillos y a él se le ha caído un colmillo de la impresión al saber, que Aida vivía con su ex y con su familia en la misma casa. Estuvieron juntas cuatro años y cuando lo dejaron hace tres se llevaban tan bien “somos como hermanas” y ella se quedó a vivir con su familia “mis padres son moteros desde los 15 años y su luna de miel fue recorrer la costa en moto”.
Rafa estaba encantado con Aida y se ha interesado por sus tatuajes, pero ella le ha contado que había parado algunos porque se había dado cuenta de que si se tatuaba el cuello no iba a encontrar trabajo de abogada en la vida. Él le ha preguntado que qué le parecían las personas que no tienen estudios porque él dejó los estudios en segundo de la ESO cuando le tuvieron que meter en un aula de compensación porque además de no querer estudiar no paraba de liarla. A ella no le ha importado, pero cree que igual le viene bien alguien que le diga que todavía está a tiempo de formarse si ese es su deseo.
Aida le ha contado que ella era una chica tranquila que prefería quedarse en casa jugando a las cartas toda la noche que salir de fiesta y él ha querido saber si también le daba a los videojuegos. La joven le ha confesado que era muy fan de Pokemon, nivel tengo un tatuaje y eso a él el ha molado mucho.
Estaba tan feliz de haberla conocido, que le ha advertido que de vez en cuando se queda un poco pillado, algo que le ha sucedido de repente. En el momento de la decisión final, Rafa ha tenido claro que quería seguir conociendo a Aida y ella también, “me has caído muy bien sino no hubiera sido tan agradable, hubiera estado callada”.