Santi nunca ha encontrado a una persona con la que compartir ni su humor ni sus croquetas. En ‘First Dates’ ha conocido a Lorena, una joven encantadora que estaría dispuesta a no dejar de reír a su lado, pero hay veces que hay cosas que una buena croqueta no puede superar.
Santi tiene claro que hay muy pocas cosas en la vida que sean importantes “hay cinco que importan y mil que no”. Está convencido de que no hay que tomarse las cosas tan en serio y reírse mucho más. Al verle, Carlos Sobera ha alucinado con su chulísima chaqueta de piñas y le ha contado que es cómico y que de ahí tanto colorido. Aunque le encanta hacer reír a la gente, tiene un bar en el que sirve las mejores croquetas de Barcelona y tiene claro que no hay nada mejor que “reír y comer croquetas por eso a mi show llevo croquetas para que tengan el orgasmo completo”.
En el terreno sentimental, nunca ha tenido una pareja formal, asegura que no ha sabido conectar con nadie hasta el momento y que sabe vivir solo “no soy muy sexual, lo que no significa que no le guste el sexo”.
Lorena, su cita, asegura que no ha tenido suerte en el amor y que todos se le terminan convirtiendo en rana. Ha llegado al restaurante con miedo de que su cita a ciegas no quisiera cenar con ella o no fuera de su agrado, pero al ver a Santi se le han pasado todos los miedos. Él ha comenzado a hacerle preguntas y ha respirado tranquilo cuando le ha hecho la pregunta clave y se ha encontrado con un “Sí” y es que si no te gustan las croquetas igual no puedes tener nada con él.
Carlos Sobera ha querido saber qué le parecía la americana de Santi a Lorena y ella le ha dicho que le parecía genial, es un signo de personalidad y libertad que dice mucho de su cita. Ya sentados a la mesa, Lorena le ha contado que era madre de una niña y que en el amor había tenido relaciones muy tóxicas. Santi le ha confesado que no es muy fan de los niños y que si fuera por él no tendría, pero no le ha parecido mal que fuera madre.
Él no ha tenido una relación en su vida y le ha explicado a su cita que, aunque hiciera monólogos, era un tipo tímido al principio y le costaba soltarse con los demás. A ella le ha encantado que sea cómico porque cree que la risa es fundamental en la vida.
Lorena por el momento no quiere volver a ser madre, pero tiene solo 33 años recién cumplidos y nunca se sabe. Santi le ha contado que él es del 22 de diciembre “menuda lotería le tocó a mi madre”. Una fecha un tanto polémica porque lleva 35 años aguantando la broma de que es el gordo de la lotería. Al preguntarle por un sueño por cumplir, Lorena se ha quedado en blanco por un momento, pero el ha parecido guay que su cita quisiera hacer la Ruta 66 de Estados Unidos en moto “yo le acompaño en coche, las motos me dan mucho miedo”.
La comensal ha aprovechado el postre para contarle a Santi que estaba operada del estómago y que se estaba saltando un poquito la dieta. El también le ha contado que lleva toda la vida luchando con unos kilitos de más, pero que teniendo una croquetería es muy complicado estar delgado “convives con el pecado”, le ha respondido ella de broma. A Santi le ha encantado conocer a Lorena, pero ha sentido que físicamente no le había atraído los suficiente.
En el momento que Lidia Torrent ha venido con la cuenta, el hostelero ha querido saber cómo actuar “¿Quieres que te invite o hacemos como catalanes a pachas?”, ella le ha respondido con un “a pachas, que se note que somos catalanes”. En el momento de la decisión final, Lorena ha dicho que sí quería seguir conociendo al humorista, pero él ha intentado explicarle con mucha delicadeza que le había encantado como persona, pero que no sentía que fueran a llegar a nada juntos.