Sergio ha llegado a ‘First Dates’ convertido en un tigre amarillo. Su nombre de guerra es ‘Bakato’ y está buscando a una friki del manga y el cosplay. Emma, su cita, es friki, pero de Marvel y aunque al principio sus mundos parecían imposibles de encajar, han terminado haciendo match.
Sergio es otaku y no nos ha quedado muy claro al escucharle contarnos que le gusta el anime, el manga y un poquito los videojuegos. Es un apasionado de la cultura japonesa y lo ha demostrado viniendo a ‘First Dates’ con el pijama de tigre puesto. Su nombre artístico es ‘Bakato’ y suele subir vídeos a su canal de Youtube convertido en tigre. Según le ha explicado a Carlos Sobera, su nombre de guerra viene de dos palabras “baka, que significa tonto en japonés” y Takato, que es el protagonista de su anime favorito.
El anime y el manga han marcado un antes y un después en su vida, y asegura que la cultura manga está llena de personajes con unos valores increíbles. Respecto a lo que esperaba de su cita en ‘First Dates’, le ha explicado al presentador que el tema físico le da bastante igual y que sí le gustaría que fuera una chica que compartiera su pasión por el manga y si es posible un poquito de cosplay.
Emma, su cita, se ha presentado como una chica friki que adora el mundo Marvel y las películas de Disney. Desde pequeña le encanta Spider-man y reconoce que llora con cada película de Marvel. Al ver que su cita era un tigre muy amarillo, Emma se ha quedado paralizada, pero como el tema de los disfraces también le gusta mucho se ha lanzado a la aventura.
Eso sí, en el momento que le han presentado a Sergio, los dos se han quedado completamente mundos y mirando cada uno para un sitio. Ella ha explicado que era tímida, pero… ¿Él? Tras unos minutos de incomodo silencio, ‘Bakato’ ha soltado un “¿De dónde eres?” y Matías ha respirado tranquilo “pensaba que se habían congelado, se lo juro por Dios”. Y es que el camarero pensaba que “alguien puso la pausa y no me di cuenta”. Sergio ha justificado su silencio explicándoles que no sabía si en la barra ya podían comenzar a conocerse o no.
Ya sin el pijama de tigre, Sergio y Emma han comenzado a conocerse. Como no podía ser de otra manera, la cita ha comenzado hablando de Marvel, Disney y personajes mangas. Sergio ha estado de acuerdo con ella en que molaba mucho el mundo Disney y que su peli favorita era Mulán, pero ha tenido la sensación de que Emma y él eran frikis de dos mundos diferentes.
Ella la ha contado que su hermana es otaku y que entendía sus gustos a la perfección de hecho, no descarta que ella también se pueda convertirse en otaku y disfrazarse en quedadas de cosplay como su cita, pero él no sabemos si lo ha visto tan claro.
En el tema de las series y las películas, Emma y Sergio tampoco han encontrado demasiadas coincidencias porque a él no le gusta Harry Potter y ella es más de leer que de ver series. Respecto a sus libros favoritos, Emma apuesta más por el mundo de la fantasía, pero le ha resultado muy interesante que ‘Bakato’ leyera novelas de historia y mitología japonesas.
Sergio y Emma se han atrevido con el Rasca del Amor y les ha tocado la tarjeta más sexual. Respecto a la afirmación ‘Donde hay pelo hay alegría’, Sergio le ha dicho que él era un chico muy peludo en general, algo que a ella no le importa en absoluto porque le estaba viendo perfecto para ella. En el tema sexual, Emma se considera un poco primeriza, pero tiene claro que juntos se lo podrían pasar muy bien. Bakato le ha confesado que los juegos de roll con cosplay le daban mucho morbo y a ella le han entrado los calores.
El otaku ha estado muy cómodo con Emma durante toda la cita y ha sentido que podía hablar con ella de cualquier cosa con total naturalidad, pero antes de decirle que sí a una segunda cita le ha puesto una condición, necesita que sea su compañera para ver anime. Emma ha aceptado encantada, pero no le ha podido prometer que fuera a estar callada todo el capítulo “igual me tiene que poner un celito en la boca, yo soy muy de expresar mis emociones”. No sabemos cómo terminará su capítulo de amor, pero sí que hacen una pareja muy guay.