Cual saxofonista de los años 50 en Nueva York, Felipe ha entrado en el restaurante del amor con su boina y su saxo en la mano. Carlos Sobera se ha sorprendido al verle y ha querido saberlo todo sobre su pasión por la música. Felipe lleva toda la vida tocando “aprendí en Sonseca (Toledo) a los 26 años”. Ha sido saxofonista profesional y ahora deleita con su arte a sus vecinos de Carabanchel Bajo.
Carlos Sobera ha ido a recibir a su cita y ha recibido a Lara cómo si de la propia Lara Álvarez se tratara, haciendo un guiño a su participación en ‘Supervivientes’. Al verla, Felipe ha sentido que le hubiera gustado conocerla en sus años mozos porque era un mujer estupenda y muy bella “la que tuvo retuvo y guardó para la vejez”, pero a ella él no le ha gustado a primera vista. Lara se una mujer de 86 años que no los aparenta y a la que le gusta disfrutar.
Felipe le ha contado a Lara que nació en un pueblo de los Montes de Toledo, pero que muy joven se fue a trabajar a Francia y cuando regresó se quedó en Madrid “de aquí no hay quién me saque”. Eso sí, le ha contado que tiene un magnifico apartamento en Benidorm “una planta 11 se ve el mar, todo el pueblo…” y que está deseando irse a pasar allí una temporada. Lara le ha contado que a ella le gusta pasear y que practica aquagym.
El saxofonista estaba feliz de haberla conocido porque además de guapa, le estaba pareciendo una mujer muy educada y eso es lo principal. Le ha contado que él está divorciado y que buscaba a una mujer para que le hiciera compañía pasarlo bien. Ella le ha contado que está buscando una amistad, pero que no quiere tener sexo “de momento". Él lo ha entendido porque a su edad es algo secundario, pero cree que “una pareja sin sexo es como un jardín sin flores” y que alguna cosita hay que tener.
Felipe no ha parado de piropear a su cita y decirle que le hubiera gustado conocerla mucho antes porque era una mujer muy bella. Lara también ha sentido que era una pena haberse encontrado tan tarde porque puede que cuando era más joven si le hubiera gustado un poquito. Él le ha invitado a Benidorm en modo amigos “sin ningún roce” y a ella le ha parecido una buena idea.
Antes de llegar al postre, Carlos Sobera le ha entregado a Felipe su saxo y ha conseguido que Lara le viera con otros ojos. El músico ha tocado e interpretado la canción ‘La cocinera’ compuesta por él mismo y ha conseguido que su cita no parara de sonreír. A Lara le ha encantado escuchar a Felipe tocar y ha tenido claro que podían seguir siendo amigos y quedar más veces, pero que de pareja no le quería.
Él lo ha entendido y aunque a él si le hubiera gustado llevarla a Benidorm y tener una relación más especial, le ha dicho que estarían en contacto.