Cherel pone a prueba los mojitos de Matías en ‘First Dates’: “Mi madre es cubana”

  • Cherel e Iván hacen match en ‘First Dates’: “Me ha hecho sentir supercomoda”

  • Carlos Sobera, sobre los mojitos de Matías: “Es el number one”

  • Cherel al saber que Iván practica fútbol americano: “Es un deporte de machotes y a mí un machote me pierde”

Cherel se ha definido como una mujer intensa que ha comenzado su paso por ‘First Dates’ poniendo a prueba los mojitos de Matías y ha salido del restaurante encantada de haber conocido a Iván, un machote que le hace sentirse muy, muy segura.

Cherel se ha presentado contándonos que su nombre viene del francés y que significa cariño, algo que ella da y le gusta recibir a raudales. Se considera una mujer muy pasional y sobre todo, muy intensa “lo vivo todo con mucha intensidad”. No le gusta definirse porque “definirse es limitarse”, pero tiene claro que busca a un hombre respetuoso y sobre todo, empático y con ambiciones.

Mientras charlaba con Carlos Sobera, Matías le ha preguntado que qué le podía servir para beber y ella le ha puesto a prueba. Cherel quería tomarse un mojito pero “mi madre es cubana”, ha tenido la sensación de que el mojito de Matías no se iba a parecer a los auténticos mojitos cubanos y Carlos Sobera le ha dicho que se atreviera a descubrirlo porque Matías era “el number one haciendo mojitos, el number one en el amor y el number two, en todo lo demás”.

Con mucho miedo, Cherel ha probado el mojito de Matías y le ha dicho que estaba muy rico “está ahí, ahí con el de mi madre”, pero él le ha corregido y le ha dicho que seguro que el de su mamá estaba mejor "no te quería hundir".

Iván, la cita de Cherel, es un joven grandote que lleva tatuado a un Shin Chan recién despertado en el brazo y que asegura que va por la vida con cara de mustio. Al verle, ella sentido que era un hombre grandote y muy correcto para ella, y le ha encantado saber que era vigilante de seguridad “puedo ir segura con él por la calle porque si pasa algo les da con la porra”. Iván también se ha llevado una buena impresión al verla y le ha molado mucho el rollito de su pelo.

Se han gustado y eso ha hecho que su conversación comenzar a fluir desde el primer momento y no pararan de encontrar cosas en común. Ella ha flipado al saber que Iván también está a punto de viajar a Niza y que practica fútbol americano “es un deporte de machotes y a mí un machote me pierde”. También han coincidido en que los dos han trabajado de cocineros y ella ha mostrado mucha curiosidad por los tatuajes del madrileño “¿Qué le ha pasado a Homer Simpson?”.

Respecto a lo que buscan en una relación, ambos han tenido claro que necesitan sinceridad y confianza. Cherel estaba convencida de que los ojos de Iván le decían que le estaba gustando y eso le ha hecho sentirse muy cómoda. Han hablado de series, algo que a los dos les gusta mucho y han tenido claro que ‘Vikingos’ y ‘Juego de Tronos’ son dos series para ver una y otra vez.

La cita de Cherel e Iván no podía ir mejor y eso que todavía no habían comenzado a hablar de sexo. Ella le ha dejado claro que era una mujer pasiva, pero que le daban mucho morbo las esposas. Él se adapta a cualquier situación, pero ha sentido que ella también era cañera y que “hacer el amor está muy bien, pero follar nos gusta a todos”. Iván ha querido pagar la cena para que ella tuviera la excusa de pagarle una copa.

Ambos estaban deseando seguirle conociendo y han calificado su cita de espectacular es más, del restaurante han salido directos a saldar su deuda pendiente.