Ruth hace tan solo ocho meses que se divorció y ha venido a ‘First Dates’ a vivir la experiencia y tener una nueva ilusión. Antonio, su cita, se ha quedado prendado de su sonrisa y ha sacado la artillería pesada para seducirla. Se ha comparado con el mismísimo Chayanne y todo.
Ruth tiene la suerte de que su profesión coincida con su pasión y el mundo de la moda ocupe gran parte de su día a día. Al verla de cerca, Lidia Torrent le ha dicho que le parecía muy chulo el arnés que lucía y ella se ha puesto en pie para que lo viera bien “es diseño mío”. Ruth tiene una marca de arneses y le ha contado a Lidia que su madre se los había puesto durante una sesión fotografica. Asegura que un día un amigo le trajo una pieza de cuero y al poner la tele vio a Emma García en ‘Mujeres y hombres y vivecersa’ con un arnés “fue un flechazo”.
Ella ha estudiado dos másteres y siempre ha estado metida en el mundo de las finanzas, pero se separó, cambió de ciudad y ha dado un giro radical a su vida. En el amor busca algo que la vuelva a ilusionar y sobre todo, a un hombre “que me haga reír todos los días”. Antonio, su cita, se ha presentado como un hombre amigable, trabajador y buen padre.
Al ver a Ruth ha tenido la sensación de que era una mujer atractiva y muy elegante. Ella ha pensado que él tampoco estaba nada mal, pero le ha visto un poquito bajito. Rápidamente han comenzado a hablar y han descubierto que los dos eran de Murcia y que vivían muy cerca. Antonio le ha contado que trabajaba en un almacén industrial y que los fines de semana disfrutaba con su hija. Ruth no tiene hijos, pero sí un perro y ha explicado que el tema de los niños no es su fuerte: “Yo tengo que decir que con los niños pequeños tengo poca paciencia, pero eso no quiere decir que cuando se ponen a llorar no los voy a estrangular”.
Por si a Ruth le había quedado alguna duda sobre su gusto por los perros, Antonio le ha contado que una de sus aficiones es el adiestramiento canino, algo que a ella le ha parecido maravilloso “ya sé quién va a educar al mío”. Ella le ha contado que es diseñadora y le ha aclarado que lo que llevaba puesto no era una coraza sino un arnés y que no era para esconder nada. A Antonio le ha gustado encontrarse con la chicas sonriente que había pedido y no ha dudado en decir que él estaría encantado de ser su modelo. Además, no le ha asustado que fuera profesora de artes marciales “hago aikido, que es el arte del amor”.
A Ruth no le gustan los niños, pero al escuchar a Antonio contarle cómo cada vez que se separa de su hija le entrega su corazón “para que me lo cuide hasta la próxima vez”, se ha enternecido y ha visto que era un hombre muy cariñoso. Él ha querido saber cómo había sido la vida sentimental de ella y al saber que lleva solo 8 meses separada, ha querido saber si estaba dispuesta a volver a enamorarse. Eso sí, le ha preguntado todo con tanto misterio que Ruth se ha puesto casi a temblar porque no sabía qué le iba a preguntar.
Antonio le ha contado que era el menor de cinco hermanos y que con el que menos tiempo se lleva son “diez minutos”. Ruth ha alucinado al saber que tenía un mellizo y ha temido que le dijera eso de “ahora viene mi hermano”, pero él le ha explicado que su hermano y él no eran para nada parecidos “entre Chayanne y Ricky Martin, pues yo soy Chayanne, por la sonrisa”.
A Ruth le ha entrado la risa, ha respirado porque ella es más de morenitos y ha querido devolverle la broma en el momento de la decisión final “No quiero repetir cita con Antonio, pero sí con Chayanne”. Los dos han tirado de sentido del humor y han hecho pensar al otro que se tenían que pensar si querían repetir, pero los dos estaban encantados de hacerlo.