Adrià ha llegado a ‘First Dates’ en busca de un tercer vínculo sentimental y se ha encontrado con Laura, una fotógrafa, que le ha enamorado con su risa octogenaria y su forma de ver la vida.
Adrià es “alguien peculiar, con un ingenio mordaz y una mentalidad muy alta”. Tiene muchas inquietudes artistas, escribe poesía y rap “mi vinculación con el arte es mediante la catarsis. El arte si no es para trabajar heridas que van por dentro no me sirven”. Es un tipo de relaciones abierta y tiene dos vínculos sentimentales activos, pero quiere conocer a alguien especial en ‘First Dates’.
Laura tiene 26 años y desde los 17 ha estado de pareja en pareja, y asegura tener un imán para que la pongan los cuernos. Se dedica a fotografiar personas. Al verla, Adrià ha tragado saliva y ha soltado un “Que no se te caiga la baba, tío”. A ella no le ha vuelto loca su físico, pero le ha visto mono y ha sentido ganas de conocerle.
Han comenzado a conocerse muy rápido y con mucha ilusión, de hecho ni un fuerte estornudo de Carlos Sobera ha conseguido cortar el hilo de la conversación. Su conexión ha sido inmediata.
Ya sentados en la mesa, han comenzado a hablar de sus relaciones pasadas y de lo que les gustaría encontrar. Al saber que Adrià es de relaciones abiertas, Laura ha respirado tranquila y le ha contado que ella no ha tenido ninguna, pero que quiere probar a tenerla porque siempre le han puesto los cuernos.
Eso sí, cuando le ha preguntado por su momento vital, le ha confesado que quiere tranquilidad y no sabe si una relación abierta se la va a dar o no. El arte también ha sido un punto muy importante de conexión entre ambos. Adrià escribe poesía y al saber que Laura hace fotoperiodismo se ha imaginado un viaje juntos por Europa y la posterior publicación de un libro en común.
Durante la cena, Laura no ha parado de reír y en una de las ocasiones, le ha pedido perdón a Adrià por su “risa octogenaria”, lleva varios meses con la garganta tocada y su risa suena a señora mayor. Él ha soltado una enorme carcajada al escuchar la definición de la risa de su cita. A ella no le gustaba nada el sonido de su risa, pero a él le estaba enamorando.
Ya en el reservado, Adrià ha querido demostrarle a Laura su arte con la poesía y tras escucharle, ella ha soltado un “eso es intenso”, el comensal se ha reído y le ha reconocido que un poquito. Laura ha sentido que su cita era una buena persona y ha querido conocer más de él, pero poco a poco.
Laura ha tenido claro que no quería jugar a las Bolas del Amor porque no quería “ser meme en TikTok” y todo llegaría. A él le ha parecido muy bien porque ha tenido claro que entre ellos “hay mucha chicha” y se iban a volver a ver.