Dicen que el amor aparece cuando menos te lo esperas y Juanlu y Felicidad se han encontrado sin esperárselo. Ella buscaba a un hombretón que le hiciera sentir y él a una mujer a la que hacer el cocodrilo. Se han visto, se han entendido y la cosa ha comenzado a fluir…
La pena por las calabazas de Lesly le ha durado muy poco a Juan Luis. El soltero se ha puesto su camiseta de la suerte y se ha subido a cubierta a continuar buscando el amor. El primer intento le ha salido rana porque ha dado con una mujer casada a la que le ha dicho que estaba “más caliente que unas castañuela”, pero sin esperárselo una mujer se ha sentado en su mesa.
Felicidad no se lo ha pensado dos veces y se ha sentado en la mesa de un joven apuesto que podía ser el hombre que la volviera loca. A Juanlu no le importa la edad “me gustan las maduritas” y entre ellos ha surgido algo muy especial. Para no perder las buenas costumbres, Juanlu ha entrado a matar y ella le ha correspondido “Me gustan los chicos del norte, ¿Tú eres del norte?”. “Del norte de Extremadura”, pero del norte es Juanlu.
La soltera le ha contado que ella necesita a “un macho” que la “coloque y la descoloque” y que hasta que no se separó no supo lo que era un orgasmo. Juan Luis es un hombre muy caliente y se ha venido arriba al escucharla “yo hago el cocodrilo”. Felicidad ha sentido que podía tener delante al hombre que estaba buscando y ambos han comenzado a navegar juntos.