Crisanto no parecía tener todas las cualidades que Vanda estaba buscando en un hombre, pero en el momento que han comenzado a hablar de coches, ambos han pisado el acelerador y han comenzado a dejarse llevar.
Vanda buscaba a un hombre que no fuera italiano y que tuviera todos los valores de un señor de los de antes. Al ver a Crisanto ha sentido que no le iba a acompañar la suerte, pero cuando han comenzado a hablar del mundo del motor, la cosa ha cambiado.
Tras la cita, han querido echarse una carrera en la sala de videojuegos del barco. Vanda estaba convencida de que iba a ganar con mucha soltura al piloto de avión y de carreras, pero la suerte no le ha acompañado y ha tenido “dos accidentes mortales”. La soltera no tira la toalla y quiere que vuelvan a competir eso sí, cambiando de coche.