Va a hacer casi un año desde que comenzó, de manera oficial, la pandemia del coronavirus en España y las medidas de contención han hecho una gran mella en infinidad de negocios. Los bares, restaurantes y la hostelería en general se han llevado la peor parte, pues aún hoy, a un año vista, hay establecimientos que siguen cerrados en algunas comunidades autónomas.
Por ello, durante la pandemia, se han disparado los pedidos de comida a domicilio y se ha propiciado un nuevo tipo de restaurante que no admite clientes: las cocinas fantasma, que se han montado dentro de los patios de los edificios, en los sótanos o en locales comerciales que pueden estar no habilitados para este uso y que, por tanto, conllevan peligro de humos y de ruido.
Con muchas dificultades, ‘En el punto de mira’ ha entrado en esas cocinas – hay patios donde se han concentrado hasta 38 restaurantes fantasma a la vez – y nos ha enseñado cómo funcionan. En este caso, se trata de un piso donde hay 10 cubículos de 14 metros cuadrados y, cada uno de ellos, pertenece a un restaurante distinto con un tipo de comida en concreto.
Pizzerías, hamburgueserías, comida japonesa… En este piso de cocinas oscuras se trabaja desde las 12:00 de la mañana hasta las 23:00 horas de la noche y la comida se reparte de manera constante a través de las plataformas de reparto, como Deliveroo, haciéndole una alta competencia a los restaurantes tradicionales.