Ana María y su hija de cuatro años fueron quemadas vivas por su expareja cuando ella decidió terminar la relación. Sin embargo esto no fue todo y tiempo después, la pesadilla continua. Las facturas de las operaciones que ha necesitado Ana María la están arruinando y él no ha pagado la indemnización porque se ha declarado insolvente.
El agresor, expareja de Ana María, les tiró un bote entero de sosa cáustica, mientras le decía: "Esto te pasa por no haberme elegido a mí". Cegado por los celos, les atacó una mañana cuando salían de casa, provocándoles graves heridas en el cuerpo, ojos y labios a ambas. Ana María se había separado hace unos meses de su expareja y había empezado a conocer a otro hombre, pero su ex intentó retomar la relación, ella se niega y es cuando decide atacarla brutalmente.
La expareja de Ana María fue condenada a 12 años de cárcel, 15 años de orden de alejamiento y más de 70.000 euros en concepto de indemnización.
Por su parte, Ana María, debido a las graves secuelas, se ha sometido a 25 operaciones, entre ellas un trasplante de córnea y un tratamiento capilar, su hija sufrió quemaduras en el 19% del cuerpo. Él se ha declarado insolvente y Ana María no va a recibir ni un euro, pero sus secuelas serán de por vida.
"Hemos pasado cuatro años de infierno, no se puede describir con palabras lo que hemos vivido", comenzaba diciendo Ana María, víctima de este brutal ataque.
En referencia a cómo ocurrieron los hechos, Ana María relataba cómo sufrió el ataque de su expareja: "Yo bajo por las escaleras de mi casa y mi hija va detrás de mí. En el rellano de la escalera justo me lo encuentro y me tira el ácido a la cara. La niña comienza a gritar y él sale corriendo. Luego solo recuerdo escuchar ambulancias y quedarme medio inconsciente".
Respecto al gran coste de las operaciones que ha necesitado tras el brutal ataque de su expareja, Ana María confiesa, que está siendo un infierno: "Estoy agradecida a la Seguridad Social porque me han hecho 18 operaciones, pero otras cosas como tratamientos láser que necesito, no lo cubre. He tenido que vender mi coche y algunas joyas de oro que tenía, cada tratamiento cuesta entre 2.000 y 3.000 euros".