'En boca de todos' se ha trasladado hasta Lavapiés, en Madrid, para investigar todo sobre un edificio que ha sido okupado por un hombre que afirma ser el propietario y que lleva un tiempo realquilando los distintos pisos a varios okupas.
Tras investigar, el programa ha entrevistado en directo a Rogelio el representante de la empresa propietaria del edificio, quien afirma que el falso propietario lleva más de 15 años alquilando los pisos con contratos falsos y denuncia la situación por la que se ha visto realmente afectado.
''Hace un tiempo teníamos en mente este edificio, vinimos a dialogar y aparece este personaje que nos dijo que no teníamos nada que hacer, que estaba todo legal, hasta hace una semana que ya tenemos en posesión todo el bloque y mi sorpresa es que hablando con los vecinos nos cuentan que están pagando 900 y 1.000 euros'', relata Rogelio.
El propietario continúa explicando cómo se lucra el okupa: ''Él me presenta un contrato, lo hemos corroborado con Policía Municipal y es falso. Mi intención era acceder a los dos locales, pero me dijeron que no podíamos pasar y ayer cuando vinimos nos abrió él, quería ocuparme el local entero abajo para quedárselo él también y seguir lucrándose de toda esta gente que ni se ha enterado del problema que tiene el edificio en sí''.
''Puede que lleve hasta quince años cobrando un capital importante. Sin declarar, no paga impuestos, todo el dinero que cobra es en efectivo, incluso por lo que tengo entendido ha llegado a amenazar a los supuestos inquilinos'', añade.
Rogelio explica que el edificio lo adquirió a través de un fondo de inversión he indica que su intención siempre ha sido ayudar a las personas que residen en el edificio: ''Les hemos ofrecido una cantidad, les hemos pagado el transporte y la mudanza, les hemos ofrecido un hotel para todos los daños que ha causado esta persona''.
El propietario revela que su intención es vaciar el edificio, pero da a conocer que, aunque muchos vecinos han aceptado, el falso propietario va a continuar resistiendo e indica que ''saldrá el último del edificio''.
Respecto a qué van a hacer para echarle, Rogelio lo ha explicado: ''Voy a montar una oficina de mediacion y esto es pura psicología, acabarán saliendo porque se verán acorralados. Mi intención es ayudar a las personas que están dentro, pero control de accesos no vamos a montar, no está permitido, no lo vamos a hacer''.