Las imágenes de la impresionante persecución del fugitivo 'de las azoteas': ''No he visto nada igual''

Como si de una película se tratase, así ha sido la detención del fugitivo 'de las azoteas' por parte de la Guardia Civil en El Campello, Alicante.

Para llevar a cabo la detención, la Guardia Civil se ha jugado la vida debido a que el fugitivo iba saltando de azotea en azotea por las urbanizaciones, pero los vecinos están muy enfadados porque, a las pocas horas de ser detenido, ha sido puesto en libertad.

Pero ¿por qué huía? al parecer la policía se dio cuenta de que un hombre estaba merodeando por las viviendas de los alrededores y cuando se acercaron a pedirle la documentación, el hombre se dio a la fuga, es entonces cuando arrancó la persecución propia de una película.

Tras lo ocurrido se ha podido saber que se trata de un cubano de 31 años procedente de Cataluña que estaba siendo buscado por las autoridades españolas y francesas. Cuenta con una larga lista de antecedentes y posee una orden de expulsión de España.

Para conocer más a fondo todo lo sucedido, 'En boca de todos' se ha trasladado hasta el lugar de los hechos y ha entrevistado en directo a Aitor, uno de los vecinos testigo de la persecución entre la policía y el fugitivo:

''Estaba tumbado en el sofá y empiezo a escuchar a la Guardia Civil, entonces vi a a un Guardia Civil subido a la vaya y a una persona que estaba dentro de mi jardín y empezó a pasar de bungaló en bungaló por todas las vallas y la Guardia Civil persiguiéndole''.

''Me di cuenta que tenía la puerta abierta de arriba y dije 'voy a cerrarla', justo me crucé con él y empezó a cruzar de azotea en azotea hasta que le pudieron pillar en la ultima azotea donde le detuvieron'', continúa explicando.

El testigo ha explicado que no sabe por qué le perseguían, pero cuenta lo que escuchó: ''Empezó a gritar ' por qué me perseguís si no he hecho nada' y le decía la Guardia Civil que parase, pero no se paraba. Yo le vi la sombra y digo 'esta es la mía de cerrar la puerta', no sabía si tenía un arma''.

''Impresionante, yo no he visto nada igual. No paraba de correr, de subir por las casas. Ya llego un momento que dijeron que sacasen el taser para inmovilizarle porque era imposible, aunque luego ya se paró, creo que estaría cansado'', afirma el testigo muy sorprendido con lo ocurrido.