Nacho Abad ha mostrado su apoyo más firme y su indignación absoluta ante el caso de las mujeres a las que su jefe ha estado grabando durante años con cámaras ocultas en los baños. El sistema era tal que Nacho Abad exclamaba: "¡Qué guarro! Había convertido cada baño en un plató de televisión"
Un empresario habría colocado hasta 30 cámaras ocultas para espiar a sus trabajadoras cuando iban al baño. Eran minúsculas y estaban escondidas en diferentes lugares de los aseos para grabar desde distintos ángulos. Sucedió durante al menos cinco años y las autoridades lo han descubierto después de que un inquilino de este hombre descubriera cámaras en su casa.
Las empleadas de esta asesoría están destrozadas. De baja médica, han tenido que contactar a una abogada especialista para que al menos les gestione el despido, puedan cobrar el paro y retomar sus vidas. Muchas de ellas han necesitado ayuda, tratamiento y denuncian que les afecta tanto a ellas como a sus familias.
El caso provocaba la indignación de Nacho Abad: "Había convertido cada baño en un plató de televisión", decía el presentador, que no salía de su estupor cuando las mujeres le contaban que se trata de vídeos de alta calidad, editados.
Nacho no entendía como su mujer, con la que lleva casado 25 años, no sabía nada pero las chicas le contaban que todo ocurría en la gestoría y es que en la planta superior han encontrado una caja fuerte con juguetes sexuales, lubricantes y viagra.
"Me pone de muy mala leche, es tu cuerpo y lo tiene que ver quien tu decidas que lo vea no el cap***", se quejaba el presentador, al que la situación de las chicas le parece alucinante: "Esto debería estar regulado por el ministerio de Trabajo para que no estuvieseis desamparadas".
"Un tío guarro coloca cámaras para ver desnudas a estas mujeres, para verles todo, ellas están en su casa mientras el tío está libre en su empresa", se quejaba Nacho, que cree que debería existir un protocolo "inmediato" para actuar en este tipo de situaciones: "A veces pienso que España es un país de chirigota".
Lo que más les quita el sueño es que las imágenes se hayan publicado en internet y denunciaban además que ha podido grabar a sus hijos, ya que algunas veces les visitaban en la asesoría: "Lo siento mucho, de verdad, faltar a ese respeto, a esa intimidad es una p*** vergüenza". Y es que, en su opinión, el código penal no valora el sufrimiento que implica este tipo de delitos.