Anabel y su marido, compraron una vivienda en el año 2018 para vivir una jubilación más desahogada y para poder cuidar de su marido, que es mayor que ella y tiene 79 años. Sin embargo, la compra de esta casa se ha convertido en un infierno para ellos. El inquiokupa de su casa, no paga desde hace varios años y Anabel en sus últimos años de trabajo, está doblando turnos para poder afrontar los pagos.
Desde el propio portal de su vivienda okupada, Anabel nos relata su problema y dice: "Compré esta vivienda para jubilarme antes de tiempo y cuidar a mi marido. De los inquilinos que entrevistamos, éste nos pareció el de más confianza. Nos facilitó la documentación que necesitábamos y se le alquiló".
Según la dueña de esta vivienda, el primer año todo bien y realizaba los pagos a tiempo, sin embargo, ya el segundo año empezó a no realizar algunos pagos hasta que dejó de pagar. Así mismo, la víctima de esta okupación aseguraba: "Le hemos dado muchas facilidades y aún así no quiere pagar. Hasta le envío ofertas de trabajo para él y para su mujer y le busco otros pisos de alquiler para que se vaya".
Nacho Abad, después de escuchar con atención el relato, planteaba a Anabel: "¿Por qué se queda en la casa, cómo se justifica?" y Anabel responde: "Tiene un cartel de vulnerabildad porque tiene dos niños pequeños y las leyes como están hechas le avalan, a mí no desde luego".
Respecto a las peticiones del actual inquilino indicaba: "Él quiere que ahora le haga contrato pero yo ya no quiero, ya ha tenido un contrato para pagar. Desde la sentencia que salió en mayo de 2022, podía haber pagado y no lo ha hecho".
Por último, Anabel confiesa que está desesperada y afirmaba: "Soy enfermera y estoy doblando turnos. Tengo dos hipotecas y trabajo hasta 14 horas al día para poder afrontar los pagos".