En 1940, el padre de unos vecinos del pueblo compra un terreno, en 1980, edifican parte de ese terreno y ya en 2003, Conchi y su marido van a vivir ahí de alquiler. Cantino y su mujer están a gusto, ven que pueden trabajar y deciden edificar. Todo esto se produce sin ningún tipo de problema, hasta el año 2020.
En ese año, después de haber invertido unos 48.000€ por lo que requiere trabajar en un sitio así. Se acerca un vecino a ellos y les dice: "Oye que me ha venido el recibo del IBI de vuestra vivienda, dice que tengo que pagar una cantidad de dinero". En un primer momento, parece que lo quiere arreglar todo con un notario, hasta que todo se tuerce.
Conchi nos explica, que recibe un burofax de esta persona que les demanda por 'okupas'. Desde eso, ya ha habido dos juicios, que Conchi y Cantino han perdido. Los jueces se basan en las escrituras y es lo que prevalece para ellos. Pero Conchi y Cantino y las personas dueñas del terreno, aseguran que la compra se hizo legalmente, y que hay un contrato que así lo refleja.
Después de toda una vida, Conchi y su marido tienen miedo a perder todo el trabajo de una vida. Según ellos, la justicia no ha querido mirar los papeles que tienen y ponerse de su parte. Aunque tienen el apoyo de todo el pueblo y de las personas que les vendieron los terrenos, necesitan que la justicia les dé la razón.
Cantino y Conchi están yendo a por todas, tanto, que no se han quedado quietos y han solicitado un recurso de casación al Supremo, para ver si de alguna manera les hacen más caso y se fijan en toda la documentación que tienen.