Una mujer ha denunciado ser víctima de una grabación ilegal por parte de su compañero de piso. Al parecer, el hombre utilizaba su teléfono móvil para grabarla en el baño mientras ella hacía sus necesidades.
Nada más darse cuenta de lo sucedido la víctima cogió el móvil, el cual estaba grabando, y llamó a la policía que acudió rápidamente para detener al chico. Él recurrió y explicó que el móvil se le cayó y comenzó a grabar por accidente.
Según indica Nacho Abad, el hombre ha sido condenado a nueve meses de cárcel, 2.700 euros de multa y a pagar una indemnización de 300 euros a la víctima por poner el móvil apuntando al retrete mientras ella se encontraba sentada.
‘En boca de todos’ ha hablado en directo con Ignacio Aznar, abogado de la víctima, quien nos explica todo sobre el caso de su clienta.
Nacho Abad ha querido saber cómo se encuentra la víctima: ‘’A raíz de lo sucedido, esto genera unas secuelas psicológicas importantes porque, si bien es cierto, que el casero actuó de manera impoluta, al enterarse de lo sucedido expulso automáticamente a esta persona de la vivienda. Nuestra representada se vio obligada a cambiar de domicilio dado que no se fiaba de compartir piso con nadie, así que se tuvo que ir a otra vivienda donde ella pudiera vivir sola, sin compañeros de piso para recuperar la confianza poco a poco. Respecto a la sentencia, está bastante contenta con que se haya hecho justicia’’.
El abogado de la víctima ha explicado cómo ocurrió todo, según indica, la mujer acudió al baño que estaba destinado exclusivamente para mujeres y fue en ese momento en el que descubrió el móvil escondido debajo del lavabo, el cual estaba grabando todo.
Diego Losada ha querido saber si había más vídeos en el móvil del detenido: ‘’Desde que se encontró el teléfono hasta que llegó la policía es verdad que esta persona dispuso del teléfono y no sabemos si pudo borrar algo. En cuanto se personó la policía, el propietario del móvil lo desbloqueó y había unos seis o siete vídeos grabados en el último día en los que se veía cómo hacía pruebas de diferentes ángulos a efectos de determinar cuál era el mejor ángulo para grabar todo lo que en el baño sucedía. Si había vídeos previos o no, es cierto que a raíz de la pericia que se aportó no se encontraron más vídeos’’.