Durante la madrugada del pasado lunes, un guardia civil en prácticas que se encontraba fuera de servicio, detuvo a un hombre de 35 años tras agredir a su mujer con una broca de taladro en la cabeza. Los hechos sucedieron en Villaverde, Madrid.
El fatídico suceso se produjo sobre las 00:30 h de la madrugada del lunes, cuando el guardia civil que se encontraba en una terraza escuchó gritos de socorro de una mujer procedentes de un piso bajo y se acercó. Al aproximarse al piso observó a una mujer llena de sangre y con un taladro incrustado en la cabeza.
Sara, la víctima de violencia de género ha hablado en directo con ‘En boca de todos’ para contar todo sobre el suceso que ha hecho saltar las alarmas durante los últimos días. Según indica la redactora del programa, las secuelas que le han quedado son enormes.
La víctima ha explicado cómo se encuentra: ‘’Emocionalmente muy afectada y físicamente como me ves, los daños son muy visibles’’. Además, ha indicado cómo ocurrió todo: ‘’No me lo explico, no había habido una discusión previa, me atacó cuando yo estaba durmiendo. Si no es por la reacción de mi hijo que me lo quitó de encima y cuando intentó huir estaba David y lo pilló. Hizo su procedimiento aun estando de civil, eso es bueno para mí porque ya puedo estar más tranquila, ya está preso y puedo estar tranquila en casa sin temor a que venga y me pueda agredir’’.
Nacho Abad ha querido saber si la agresión pudo ser debido a que la víctima durante una cena le dijo a su agresor que ella pagaba todo el alquiler: ‘’Yo me imagino que sí porque fue eso lo que escuché, porque yo ya estaba dormida. Fue un comentario al azar, de broma, pero él lo tomó demasiado personal porque no hubo una riña. Yo me fui a dormir y empezó a gritar, entonces yo al despertar empecé a sentir la lluvia de golpes y no lograba ver porque estaba bañada en sangre’’, ha explicado Sara emocionalmente afectada.
Respecto a qué ocurrió, Sara ha explicado todo detalladamente: ‘’En la lluvia de golpes, parecería que hubiera cogido lo de abajo del taladro y me hubiera dado (..) Cuando yo escuché el ruido del taladro es cuando grito a mi hijo que estaba en la ora habitación y lo quietó de encima. Entonces, el taladro cae y yo gracias a Dios me muevo un poquito y el taladro se enreda en el cabello (…) Es una situación muy tensa recordarlo porque revivir el momento es demasiado complicado, mi testimonio quizás pueda a ayudar a más personas porque las agresiones eran leves antes y quizás no me daba cuenta de que pudiese llevar a esa magnitud’’.
Sara, visiblemente destrozada ha explicado que no solo le ha causado heridas físicas, si no psicológicas, porque cree que ‘’son marcas que se van a quedar de por vida’’ y cree que le va a costar bastante superarlo.