Ester Gurruchaga Moreno, de 42 años, está en paradero desconocido desde el pasado 25 de mayo. Se la vio por última vez en Fuengirola (Málaga), en tres sitios diferentes: su puesto de trabajo, el lugar donde aparca y su domicilio.
Acudió al restaurante de Mijas en el que trabaja y acabó su turno a las ocho de la tarde. En condiciones normales, tardaría unos 20 minutos en llegar a su casa, pero ese día no lo hizo hasta la 1:30 h. de la madrugada. Al día siguiente, cuando su hijo se levantó, ella ya no estaba en el domicilio y tampoco había rastro de su coche.
Durante este tiempo, su teléfono dio señal hasta el pasado domingo. Pero sus redes sociales sí que siguen teniendo actividad, aunque su familia cree que no es ella quien está detrás.
‘En boca de todos’ ha hablado en directo con Pepa, tía de Ester, y con Belinda, la mujer de su primo. Ellas están encabezando la búsqueda y están muy pendientes de los pasos que se están dando en la investigación.
“Ella hace tiempo que padece depresión y ha tenido unas parejas con las que no le ha ido muy bien. Este último que tenía, yo me enteraba que la maltrataba, que ella puso una denuncia por malos tratos y tenía una orden de alejamiento. La última vez que se la vio fue del 24 al 25 de mayo, a las 2 de la mañana”, ha contado Pepi.
Belinda ha explicado que Ester comenzó con su última pareja hace cuatro años y, desde ese momento, se alejó mucho de la familia. Sobre la desaparición le parece muy raro que ella no haya avisado ni se haya puesto en contacto con su hijo.
También es extraño que, aunque su teléfono no da señal desde el pasado domingo, sí que parece tener actividad en sus redes sociales. “Sí se conecta a las redes sociales, pero creemos que no es ella. Ella nos contó que él tenía sus claves, que la manejaba el móvil”.