Los ocho niños de la casa de los horrores de Colmenar Viejo declaran este viernes ante los juzgados. El caso pudo destaparse gracias a una de las hermanas, que le contó lo que estaba ocurriendo a su mejor amiga y ella, a su madre. ‘En boca de todos’ ha hablado con esa madre que ha ayudado a sacarlo a la luz.
La testigo ha recordado el momento en que una de las niñas de la casa de los horrores le cuenta a su hija sus temores: “La niña estaba triste. Me cuenta [la hija a la madre] que su amiga estaba llorando y que cuando ella le pregunta que qué le pasaba, le dice que, como iba a llegar con las notas ese día, su padre la iba a matar”.
Ha relatado que su hija ya había visto a su amiga “con golpes y moratones” y que ese lunes, la menor no fue a clase porque “aún tenía la cara hinchada de la paliza que le había dado el padre ese fin de semana”. “Esa niña usa brackets y el hombre, de la paliza, de los bofetones, le clavó los brackets. Le sangraba toda la boca. Le dio con el rodillo de cocina. Tenía brechas en la cabeza, en la frente. Él, como es médico, al ver que la niña no tenía fractura, no vio necesidad de llevarla al médico”.
Cuando se destapó el caso, se celebró un juicio rápido, en el que le pusieron una orden de alejamiento al padre. Fue entonces cuando la madre presuntamente amenazó en varias ocasiones a la niña.
“Después de ese juicio, le pusieron orden de alejamiento al padre y, a partir de ahí, la madre ejerció un maltrato, sobre todo psicológico, hacia esa niña. Llegó amenazarla de muerte muchas veces. La cogía del cuello cada vez que iba la Guardia Civil o lo servicios sociales. Lo que le había hecho el padre, no iba a ser nada comparado con lo que ella le iba a hacer si no se retractaba en su declaración”.