Tras conocerse la noticia del tiroteo de la calle Serrano, en Madrid, ‘En boca de todos’ esclarece el perfil del Marqués de Perijá, el cual asesinó presuntamente a su mujer y a una amiga de esta, en su domicilio del centro de Madrid.
Sus propios vecinos le describen como un hombre agresivo, incluso se paseaba en moto con algunas de las armas de su arsenal. En su poder tenía arcos, flechas, escopetas de caza y de perdigones y armas cortas. Con una de ellas terminó con ambas vidas y después se suicidó. En ‘El programa de Ana Rosa’ llegó a decir: “Si me dais una pistola me pego un tiro, ya que más me da”
Los vecinos sufrían un miedo atroz y cada día escuchaban ruidos en el piso donde residían. Fernando González-Castejón y Jordán de Urríes responde a un perfil de un hombre conflictivo, que discutía constantemente con los vecinos. Los demás residentes del edificio detallan que este hombre llegaba a bajar a la calle vestido de general.
Según el resto de personas que viven el edificio, en la vivienda de este hombre con dos títulos nobiliarios se escuchó un gran ruido como si se cayera algo al suelo. Son precisamente ellos quienes desde la ventana ven el cuerpo de una mujer y llaman a la policía.
En 2018 fue detenido por violencia de género, tenía fotos de Hitler y Franco en su casa y hacía prácticas de tiro con armas en el patio del edificio. Uno de los vecinos relata que disparaba a “una diana”. Otro de ellos cuenta que iba “con una escopeta cargada a la espalda”. Entre sus extrañas conductas, una residente del edificio explica que “repetía palabras”.
Además, todos coinciden en que su mujer vivía aterrorizada e incluso habría llegado a agredir a su madre y a su hermana. El presunto asesino deja huérfana a una niña de 9 años, la cual afortunadamente se encontraba fuera de España.
La psiquiatra María Velasco asegura que el asesinato “se podría haber evitado”, refiriéndose al crimen en el caso de que haya sido producido por el marqués. Según su parecer, Fernando González-Castejón “es un hombre con dificultades para aceptar las normas y los límites, no con una enfermedad mental”.
Para poder evitarlo se debe trabajar en la “ideología machista en la que se fundamenta este crimen”. Desde la infancia, recomienda María Velasco, hay que “desmontar estos roles de género”.
Por ahora, la investigación apunta a que el conde de Atarés convivió con los cuerpos sin vida durante horas antes de suicidarse. Ante esto, la psiquiatra considera que se suicidó porque “él sabe lo que está bien y lo que está mal y es consciente de las consecuencias”. Aunque su preocupación no solo sería únicamente ir a la cárcel, también “su posición social”.