Argelia anunció este miércoles que suspendía “de manera inmediata” el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que mantenía con España desde el año 2002. La causa es el cambio de postura de España respecto al Sáhara Occidental y el apoyo del Gobierno a la propuesta de autonomía de Marruecos sobre la antigua colonia española.
Argelia es el principal proveedor de gas a España, por lo que ahora la gran pregunta es si la decisión tomada por este país afectará al suministro, en medio de un panorama internacional muy convulso y marcado por la guerra de Ucrania. Chema Gil, analista de conflictos, cree que no peligra el suministro, pero que Argelia “tiene una situación interna complicada y tiene que buscar enemigos externos para intentar levantar el esprit de corps argelino”.
El experto no cree que el suministro de gas peligre, pero sí que los precios van a subir porque están aumentando en todo el mercado. “Pero no creo que podamos quedarnos sin gas porque no está dentro de ese tratado de Buena Vecindad”, ha añadido.
Una de las opciones que se plantea el Gobierno de Sánchez es denunciar a Argelia ante la Unión Europea, argumentando que la decisión de Argelia de congelar los intercambios comerciales con España puede vulnerar el Acuerdo Euromediterráneo del 2005. En él se establecía un régimen de asociación preferente entre la UE y el país africano. Desde Europa también han movido ficha. La portavoz de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Nabila Masrrali, ha pedido a Argelia que reconsidere su decisión de romper relaciones con España.