El mismo abogado que hace unos meses comunicaba a Daniel y Marisol que habían recibido el usufructo de un piso por una herencia del tío Melchor junto a varios puestos en el mercadillo y las cenizas de su perro, llamaba a Marisol y Dani para darles una noticia y no precisamente buena.
Esto les comunicaba hace unos meses el abogado: "Ha habido una apertura de un testamento donde usted, Don Daniel Jiménez Silva, es el beneficiario de la cesión de tres puestos de mercadillo ubicados en Sevilla, Cádiz y San Fernando. El fallecido Melchor J.S, su tío, les ha dejado esta herencia. Quién disponga de estos mercadillos tiene derecho al usufructo de una casa en el centro de Sevilla. Pueden utilizar de manera temporal, siempre y cuando cojan los mercadillos".
Que ahora tevía nuevas noticias para ellos: "Esta vez no les regalamos nada, tengo malas noticias. El problema es que he recibido una notificación de la Asociación de Comerciantes de San Fernando, la mala noticia que tengo que darles es que ustedes se han ausentado de su puesto de trabajo de manera injustificada y la Asociación de Comerciantes procederá a adjudicar este puesto a otras personas, ustedes ya lo han perdido. Es un incumplimiento de contrato, los otros dos puesto si pueden seguir disfrutándolos. Una de las claúsulas para el usufructo de la vivienda es que deberían estar ustedes en todos los puestos, el usufructo que tenían ya no es efectivo. La vivienda tienen que dejarla. En un plazo máximo de un mes ustedes tienen que abandonar la vivienda".
"Nosotros todo lo hemos hecho bien. En un mes mo voy a salir de mi casa ni en dos años, aunque vengan los disturbios", dice Marisol, no entiende qué les importa que no vayan a su puesto en el mercadillo de San Fernando. Y la pareja no da crédito con los que les está pasando, lo que si pueden quitarse de encima son las cenizas del perro que tantos quebraderos de cabeza les ha dado.