Mike Tyson están decidido a volver al ring, pero no lo hará de cualquier forma. Se ha puesto en manos del coach de artes marciales mixtas Rafael Cordeiro.
Su estricta rutina de ejercicios le ha llevado a perder 60 kilos, llegó a pesar cuando se retiró 172. El deporte no lo ha sido todo, también una buen alimentación ha sido crucial para ello y que se hiciera vegano. En un programa de radio el exboxeador habló sobre estos cambios que está experimentando.
“Necesitas hacer cardio, lo intenté y comencé con dos horas al día, debes asegurarte de eso. Debe asegurarse de comer la comida adecuada. Necesitas hacer lo que odias, pero hazlo de una manera que no se sienta como nada. Levántate cuando no quieras levantarte. Me estoy convirtiendo en un esclavo de la vida, lo que significa ser la mejor persona que pueda, lo mejor que pueda”.
Según ha podido saber 'The Sun' este estado actual de forma también se debe a un tratamiento con células madres que ya experimentaron Cristiano Ronaldo o Rafa Nadal. Esto consiste en sacar "sangre que se extrae del cordón umbilical de los recién nacidos, la médula ósea o la grasa corporal, y se inyecta en los atletas".
El propio Tyson decía una vez sometido a este proceso que “cuando tomaron mi sangre, era roja. Cuando regresó, era translúcida. Casi podía ver a través de la sangre, y me inyectaron. Y desde entonces he sido raro: me siento equilibrado ahora”.
Sirve para "reducir el dolor y la inflamación, aumentar el flujo sanguíneo y promover el crecimiento de los tejidos”. Eso sí esto no está al alcance de cualquiera por su precio que oscila entre los 5000 y 25000 dólares.
En un principio se apuntó a un viejo conocido del boxeo, Evander Holyfield, pero Mike lo descartó. El último nombre en sumarse a la lista es Tyson Fury. En 'BT Sports' él mismo confirmó estos contactos. "Recibí una llamada telefónica con la oportunidad de pelear contra Mike Tyson. Pensé ‘¿Qué?’”, y añadió "sí, recibí una llamada telefónica diciendo ‘¿te gustaría pelear contra Mike Tyson en una pelea de exhibición?’ Yo estaba como ‘¡demonios, sí!’.