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Ventajas de practicar deporte en la naturaleza

  • Hacer deporte al aire libre nos proporciona beneficios físicos y mentales

  • Salir a correr o andar en bicicleta en entornos abiertos nos dará más beneficios que el gym

Practicar deporte es una de las mejores decisiones que se pueden tomar en nuestro día a día. Ya sea haciendo algún ejercicio en casa o yendo al gimnasio, activar nuestro cuerpo y sudar calorías nos aporta beneficios en cuerpo y en mente. Uno de los placeres de la vida que debemos aprovechar; la clave es encontrar la práctica que más nos satisfaga.

Todo lo positivo que produce en nuestro cuerpo el simple hecho de practicar deporte, se multiplica si lo hacemos al aire libre, disfrutando de los entornos y parajes con los que nos premia la naturaleza. Respirar aire puro nos ayudará a exprimir más a fondo nuestro cuerpo y conseguiremos evadirnos con el simple hecho de admirar los entornos en los que lo realizamos.

Actualmente, no resulta tan sencillo practicar deporte al aire libre. Debido al crecimiento de las urbes y a los entornos cosmopolitas, solo el 10% de jóvenes tienen acceso habitual a entornos naturales. Un porcentaje bastante inferior al que había hace no muchos años.

Unos beneficios que no aporta el gimnasio

El medio ambiente incide a que la práctica del deporte nos produzca una menor sensación de fatiga que a la que podríamos sentir, por ejemplo, en la cinta del gimnasio. La naturaleza provee a nuestro sistema nervioso de estímulos agradables que sirven como distracción, reduciendo las sensaciones fisiológicas negativas de nuestro cuerpo. Este simple hecho puede ayudar a incrementar nuestro rendimiento y motivación. Además, tras ejercitarnos en entornos verdes, la presión arterial se recupera con mayor rapidez.

La repercusión para nuestro cuerpo es mejor. Si habéis corrido en una cinta de ejercicio, probablemente se hayan resentido vuestras rodillas o tobillos. Al aire libre, los tobillos se flexionan más. Además, al tener más desniveles de terreno, el simple hecho de correr resulta más divertido. O incluso un reto, que se incrementa con factores como el viento. Todo ello nos ayuda a quemar más calorías. Lo mismo ocurre si, en lugar de correr, preferimos caminar en bicicleta. Los desniveles nos ayudan a quemar más kilocalorías.

Si tenéis problemas de obesidad, no debéis tener complejos por hacer ejercicio en la calle. Al contrario, es beneficioso. La obesidad se relaciona con bajos niveles de Vitamina D, algo que el propio cuerpo produce al estar expuesto al sol. Las personas con sobrepeso están protegidas de hipovitaminosis D al hacer ejercicio al aire libre.

Los beneficios también son para la mente y no solo para el cuerpo. Los entornos verdes incrementan nuestra autoestima, especialmente durante los primeros minutos de ejercicio. Además, como ocurre casi siempre al practicar deporte, nos ayuda a manejar situaciones del estrés. De hecho, uno de los primeros impulsos en sensación de ansiedad y depresión es el de salir corriendo.

Por si todo esto fuera poco, también puede resultar más sencillo incrementar el círculo de amistades. El poder hacer senderismo, running o ciclismo en compañía es un plan perfecto para el fin de semana. El deporte en espacios verdes también puede incrementar nuestra vida y la disminución de enfermedades mentales por lo comentado con anterioridad.

Como veis, practicar deporte al aire libre está repleto de ventajas de las que se aprovechará vuestro cuerpo y, sobre todo, vuestra mente.