Memphis Depay fue una de las llegadas más esperadas para Ronald Koeman. El delantero debutó en un partido amistoso dejando muy buenas sensaciones e incluso marcó un gol. Vaya a donde vaya el jugador ha dejado claro en reiteradas ocasiones que no quieren que le llamen Depay, simplemente Memphis y esto tiene un motivo.
La mala relación que tiene con su padre o en este caso inexistente hace que al neerlandés no le gusta que le llamen por su apellido. Su progenitor les abandonó a él y a su madre cuando solo tenía cuatro años. "Nunca le perdonaré", dijo en una ocasión al hablar del tema.
“Ha intentado establecer contacto conmigo varias veces, pero la ruptura con mi padre es irremediable. No tengo relación con él ni con su familia. Y así seguirá siendo. He pasado página” y añadió “he rehecho mi vida y soy feliz”.
Memphis ha hablado en varias ocasiones que no tiene relación con él, aunque no ha querido entrar en detalles. “No quiero explicar qué pasó exactamente No quiero explicar qué pasó exactamenteen casa porque no quiero dar pena a la gente, pero ya he rehecho mi vida y soy feliz. No hay sitio para él”, sentencia en una entrevista a la BBC.
A pesar de que Depay no tuvo a su padre cerca nunca le faltó esa figura ya que su abuelo materno ocupó ese lugar. “Ese hombre me dio mucha fortaleza y cuidó muy bien de mí. A él siempre lo guardaré en mi corazón”, afirmó. Desafortunadamente su abuelo no ha podido ver su sueño hecho realidad de jugar en el FC Barcelona ya que falleció cuando él tenía 15 años.