Los Chicago Bulls son uno de los equipos de la NBA más queridos. Evidentemente, la figura de Michael Jordan, probablemente el mejor jugador de todos los tiempos, ha auspiciado el cariño al equipo de la ‘ciudad del viento’.
Una década de los noventa esplendorosa, donde gracias a su majestad Jordan, ganaron sus seis campeonatos de la NBA. Tras varios años de rivalidad con los Pistons, con dos derrotas seguidas en las finales de conferencia, los Bulls ganaron su primer anillo en la temporada 90/91 ante Los Ángeles Lakers (4-1). Después llegaron dos anillos más seguidos, ante Portland y Phoenix Suns, con respectivos 4-2.
Del 95 al 98 volvieron a ganar tres anillos de forma consecutiva, liderados por Michael Jordan, venciendo las tres finales por 4-2, ganando la primera a Seattle Supersonics y las dos siguientes a Utah Jazz, con ese memorable último lanzamiento de Jordan a falta de unos segundos en la cancha de los Jazz, precedido de un robo a Malone, que le dio el sexto y último anillo.
Han pasado jugadores históricos en la franquicia de Chicago como Kukoc, Rodman, Paxson, Grant... La selección es muy difícil.
Es difícil decir algo de Jordan que no se haya dicho ya a estas alturas. Una figura legendaria que ha trascendido mucho más allá del mundo del deporte. Uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, quien con 30.1 puntos por partido de promedio en toda su carrera, tiene el mayor registro de la NBA. 6 anillos de campeón, 6 MVP de las finales, 5 MVP de la temporada y 10 títulos de máximo anotador. Además de estar prácticamente en todos los quintetos de los mejores de la temporada. Un símbolo del baloncesto, cuyo legado está inmortalizado con una escultura en la entrada del United Center.
El mayor escudero de Michael Jordan fue también uno de los mejores jugadores de la franquicia. Vencedor también de los seis anillos, ayudando al 23 como pocos e incluso, siendo determinante en algunos partidos claves para el éxito de los Bulls. Once temporadas en Chicago, siendo elegido 7 veces en el mejor quinteto de la liga y 8 veces elegido en el mejor quinteto defensivo. Está valorado como uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la Liga. Un carisma único. Además, tiene dos medallas de oro Olímpicas con la selección de los EE.UU.
2,18 metros de altura hacían de Artis Gilmore uno de los juegos más imponentes en la historia de los Bulls. Disputó seis temporadas defendiendo la camiseta del equipo de Chicago, con los que llegó a anotar 23,7 puntos en su primera temporada, y manteniendo un elevado nivel anotador en el resto de campañas. Uno de los pívots que fueron adelantados a su tiempo y que merecen un reconocimiento como pocos.
Una de las figuras legendarias de la NBA. Jerry Sloan es un jugador emblemático que formó parte del equipo durante diez temporadas. Fue el primer jugador seleccionado por la franquicia en el draft de expansión, por lo que es denominado como “The Original Bull”. Uno de los mejores jugadores a nivel defensivo que, gracias a su aportación, consiguió llevar al equipo a playoffs en su primera temporada. También fue técnico del equipo de la ciudad del viento durante tres campañas.
Aunque su carrera como jugador fue prácticamente anecdótica, es inevitable rendir tributo a Phil Jackson como leyenda de los Chicago Bulls.
Cuando se habla del éxito del equipo de Chicago, se viene inevitablemente la figura de Jordan, pero el papel de Phil Jackson fue vital, ya que fue la mente tras los seis títulos de la franquicia de la 'ciudad del viento'. Su conocimiento táctico y la forma de llevar a un equipo plagado de estrellas, trazando una relación de cercanía con el mejor jugador de la historia, fueron vitales en el éxito memorable de los Bulls. Sin olvidar que, aunque se retiró a la vez que Jordan, tiempo más tarde volvió a entrenar a Los Ángeles Lakers llevándose cinco anillos más a su cuenta personal para hacer un total de 11 campeonatos de la NBA.