Hace años no era habitual que los futbolistas profesionales estuvieran demasiado musculados. Pero, con el paso de los años, cada vez más deportistas del mundo del fútbol ejercitan su cuerpo con el objetivo de tener un mayor y mejor rendimiento en los terrenos de juego.
Hay diversos jugadores que miman mucho su estado físico, pasándose horas en el gimnasio. Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo… Estos son los más fuertes del fútbol profesional.
Basta con verle para observar que Adama Traoré es todo un portento físico. El futbolista español de los Wolves afirma que se beneficia mucho de su genética.
Lo cierto es que, de una forma u otra, sus brazos y piernas son imponentes. Una roca sobre el césped.
Es, sin duda, uno de los futbolistas que más cultivan su cuerpo. CR7 se pasa horas en el gimnasio, ejercitando sus músculos.
Gracias a ese entrenamiento tan específico, es capaz de mantenerse en forma y correr a velocidad de vértigo o dar saltos inverosímiles.
Aunque ya tiene una edad, Hulk se ganó ese sobrenombre por ser todo potencia. Es prácticamente imposible derribarlo debido a su corpulencia.
Aprovecha su descomunal potencia para aportar en el campo cosas que, de otra forma, no podría.
Otra auténtica bestia es Adebayo Akinfenwa, futbolista inglés de 37 años perteneciente al Wycombe Wanderers de la League.
102 kilos de puro músculo le definen como un jugador con una fuerza desmedida al que es prácticamente imposible de detener.
George Nganyuo Elokobi es un futbolista camerunés que juega en el Maidstone United de las categorías profesionales de Inglaterra. Su trayectoria lo llevó por los Wolves, equipo en el que milita un futbolista tremendamente fuerte como Traoré.
1,80 de altura y 95 kilos de peso le convierten en uno de los jugadores más imponentes del mundo.
El delantero belga del Inter de Milán destaca por su tremenda corpulencia.
Supera el metro noventa de altura y no está lejos de los cien kilos. Esto provoca que sea un tanque imparable dentro del área.