Los grandes beneficios que puede aportar el jengibre a tu dieta

El jengibre es una raíz cuya inclusión en una dieta equilibrada es más recomendable por la multitud de aportes que puede brindar a nuestro cuerpo.

Además, es muy versátil: podemos consumir jengibre en infusiones, batidos o como condimento para espolvorear en otros alimentos, proporcionando estados beneficiosos a nivel interno.

Los beneficios del jengibre en nuestra salud

El jengibre es un tubérculo con alta concentración de beneficios, ya que está repleta de aminoácidos, minerales o vitaminas que pueden ser tremendamente beneficiosas en nuestra salud.

En el jengibre encontramos el gingerol, un aceite esencial responsable de su característico aroma y sabor picante. Además, esta raíz es rica en fósforo, aluminio y calcio; además de tener buenas dosis de Vitaminas B y C.

El jengibre puede ser apto para alcanzar numerosos beneficios. Entre los más recurrentes, es que puede ser utilizado como un remedio antiinflamatorio natural, sin necesidad de medicamentos. También ayuda a la artrosis o a la fatiga crónica. También es muy útil para sobrellevar las náuseas típicas del embarazo. O las migrañas.

También es un excelente digestivo que puede ayudarnos en situaciones tan molestas como la gastritis o la diarrea. Es un remedio utilizado por muchos cantantes, ya que trata las infecciones o irritaciones de garganta. Es capaz de evitar la congestión nasal. Y, en general, mejora la circulación de la sangre, ayudando a disminuir problemas musculares.

Puede ser utilizado también como eficaz remedio antiestrés o para disminuir los dolores menstruales. Además, refuerza las defensas y nos ayuda a conciliar el sueño si tenemos problemas; tomar jengibre antes de dormir puede ayudarnos a descansar mejor.

¿Cuál es la mejor forma de tomar jengibre?

Podemos tomar jengibre de diversas formas. La más común es hacerlo en infusiones con agua y con un trozo de dicha raíz. Haciendo que el agua hierva, echamos el jengibre y lo dejamos tomarse durante tres o cuatro minutos. Para cambiar el sabor, se puede endulzar con miel o añadir naranja, limón o manzanilla.

También puede añadirse en zumos o batidos gracias a su aceite esencial. A la hora de condimentar, el uso del jengibre suele ser muy habitual en platos o recetas asiáticas.