Jabib Abdulmanápovich Nurmagomedov es el nombre completo del luchador ruso que está haciendo historia en el mundo de las artes marciales mixtas. En su haber tiene dos campeonatos del mundo de Sambo y es el actual campeón mundial del peso ligero en la UFC.
Por si eso fuera poco, todavía no le ha derrotado nadie a lo largo de su carrera profesional. 28 victorias en 28 combates que establecen, además, la racha invicta más prolongada en la historia de la MMA.
Khabib se crió en el marco de una familia avar tradicional en Daguestán. Desde pequeño siempre ha sentido interés en el mundo de la lucha. Le viene de familia, puesto que su padre, soldado veterano ruso y entrenador de lucha libre, instruyó a su hijo desde pequeño.
Una familia peculiar, con tan solo nueve años su padre le regaló un oso de su tamaño. Al joven Nurmagomedov no se le ocurrió otra cosa que practicar con el animal las llaves que le había enseñado su padre. Un entrenamiento de lo más curioso que está grabado y puede encontrarse por las redes sin muchas dificultades.
Con doce años comenzó a practicar judo, siempre bajo la atenta mirada de su orgulloso progenitor. Llegó al cinturón negro y, en 2005, comenzó a instruirse en el Sambo, un deporte tradicional ruso basado en la defensa propia sin armas que suele practicar el ejército de la URSS. Un hecho que le valió para hacer valer técnicas que, a día de hoy sigue utilizando, y con las que ganó dos campeonatos mundiales de Sambo.
Debutó en la MMA en 2008 ante Bayramov, de Azerbaiyán, a quien tumbó en el primer round. Tras nada menos que 16 victorias, firmó por la UFC, competición en la que debutó en enero de 2012 venciendo, cómo no. Esta vez ante Kamal Shalorus.
Una serie de victorias incontestables. Muchas de ellas por sumisión y otras por decisión unánime. Hasta que tuvo que estar una temporada alejado del octógono por una recurrente lesión en la rodilla.
En 2018, y tras una serie de combates fallidos por diversos motivos, Nurmagomedov se convirtió en campeón del peso ligero en la UFC tras vencer a un Al Iaquinta quien estaba encima del peso permitido para competir en dicha categoría, pero Dana White expresó que se daría validez al vencedor de ese combate, fuera quien fuera. Nurmagomedov venció por decisión unánime, manteniéndose invicto.
Como campeón, en agosto de ese mismo año, Nurmagomedov realizó su primera defensa del título ante el carismático Conor McGregor, en un combate celebrado en Las Vegas que se había caldeado antes debido a ataques entre los staff técnicos y los luchadores.
El ruso venció el combate sobradamente en el cuarto round, dominando siempre a su adversario, de quien se deshizo por medio de una sumisión. Al vencer el combate, saltó la jaula para encararse con los entrenadores de McGregor, desatándose una verdadera batalla campal.
Parece difícil que alguien pueda vencer a Khabib. El ruso ha hecho historia ya, y en todos sus combates está intratable. Eso le ha hecho ganarse el apodo del matarreyes. La leyenda, probablemente, seguirá creciendo en próximos combates y tengamos ante nosotros uno de los mejores luchadores de MMA de todos los tiempos.