Las lesiones en los pies son de las más molestas que podemos sufrir en nuestro cuerpo. Son nuestra herramienta principal para caminar y, cualquier tipo de afección en la zona, hará que el simple hecho de dar unos pasos sea toda una tortura.
Una de las lesiones más comunes y molestas en los pies son las fascitis plantares. Suele producirse principalmente en verano debido al uso de chanclas o sandalias. El Dr. Adrián Gallego Goyanes, experto en Cirugía ortopédica y Traumatología Deportiva, nos cuenta todo sobre la esta molesta lesión.
La fascitis plantar es un proceso inflamatorio, que afecta a la fascia plantar o aponeurosis plantar (tejido fibroso organizado en bandas que se extiende desde la tuberosidad anterior del calcáneo hasta los dedos). En la mayor parte de los casos es un proceso agudo pero sino se trata correctamente se vuelve degenerativo y crónico, siendo un problema más rebelde.
Su prevalencia se estima entre el 3,6 al 7% en población general, llegando al 8% en corredores. Es más frecuente entre los 40-60 años aunque en atletas lo es en edades más tempranas y en un tercio de los casos es bilateral.
Su etiología es desconocida y podría relacionarse con un desequilibrio biomecánico, con microtraumas repetidos y en ocasiones con cambio de calzado deportivo. Algunos de los factores de riesgo pueden ser:
El dolor típico es en la zona media y plantar, suele ser de inicio insidioso, más intenso por la mañana con los primeros pasos o después de un periodo de inactividad o siguiendo a un incremento de carga prolongado sobre la zona.
Suele estar precipitado por un reciente incremento en la actividad de carga y se localiza por palpación en la zona proximal de la inserción de la fascia plantar (zona media del calcáneo).
Una duda típica del paciente es que en las radiografías se puede visualizar un espolón calcáneo si bien no siempre está presente y su presencia no implica dolor . Lo que parece claro es que el espolón es una consecuencia y que no implica mayor gravedad.
El tratamiento básico para las fascitis plantares, consiste en:
En caso de no mejorar con estas pautas recomendamos ponerse en contacto con su traumatólogo de referencia, el cual indicará las siguientes pautas a seguir y así evitar la asistencia hospitalaria y evitar riesgo de contagio.
De forma habitual las pautas que solemos dar en caso de que lo anterior no nos mejore, son:
Infiltración con corticoides: no debe ser considerada como tratamiento de primera línea. Mejoran discretamente el dolor y siempre que se pueda se recomiendan guiadas por ultrasonidos.
Ondas de choque: su uso ha demostrado ser eficaz en el control del dolor crónico cuando no ha respondido a otros tratamientos.
Inyección de plasma rico en plaquetas: mostrando buenos resultados en la literatura.
Por último y en los casos más rebeldes, puede ser necesario la cirugía: se reserva para pacientes con fascitis plantar cronificada que no se resuelve con ningún otro tratamiento. Pudiendo realizar una fasciotomía percutánea y en algún caso seleccionado, alargamiento gemelo interno.
Podéis conocer más sobre el trabajo del Dr. Gallego Goyanes en la web oficial de su clínica o en sus redes sociales.