Lia Thomas era un hombre hasta hace tres años. Se sentía mujer y decidió dar el paso a pasar por una terapia hormonal para cambiar su sexo. Ahora saca media piscina a sus compañeras, ha pulverizado todos los récords universitarios y es la número 1.
Tras ganar el oro en la prueba de 500 yardas de natación del campeonato estatal estadounidense universitario, la polémica sobre la inclusión de deportistas trans en las competiciones se ha reavivado.
El triunfo de la nadadora transgénero Lia Thomas en un reciente campeonato nacional de natación femenina, al dominar con facilidad la prueba de 500 yardas libres de la "NCAA Division I" y ganar por delante de Emma Weyant, medalla de plata olímpica en Tokio, causó polémicas en Estados Unidos. Reka Gyorgy, una de las nadadoras que quedó fuera de la competición, protestó y denunció la situación en un tweet y su cuenta fue suspendida. "Mi hueco en la final ha sido robado por Lia Thomas, que es un hombre biológico. Hasta que todas nos neguemos a competir, nada va a cambiar. Gracias a todos por el apoyo, nunca dejaré de luchar", decía.
Las características biológicas masculinas que no se eliminan con los tratamientos hormonales, posicionan a las demás competidoras en una clara desventaja. Sin embargo, negar a Lia el derecho a competir, limitaría los derechos del colectivo ‘trans’.
Un grupo de nadadoras de la Universidad de Arizona expresó este viernes su "preocupación" por el futuro del deporte femenino y pidió a la Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA), organismo que rige las competiciones universitarias de Estados Unidos, que tome medidas para evitar injusticias, tras el caso de la nadadora trans Lia Thomas.
"¿Tenemos derecho de hablar? Es difícil explicar la preocupación que sentimos en la comunidad de la natación femenina tras lo ocurrido la semana pasada. Por un lado, sentimos que vivimos un daño irrevocable al deporte que nos ha hecho crecer y ser mejores. Por otro, nos hemos vuelto a unir como hermanas tras muchos años complicados", escribieron las nadadoras de la Universidad de Arizona en una carta dirigida a la cúpula directiva de la NCAA.
Tras aportar datos biológicos para destacar el distinto rendimiento entre hombres y mujeres en la natación, en la carta se asegura que "la NCAA intentó contentar a todos al permitir a Lia Thomas competir directamente con las mujeres" y que, sin embargo, acabó "fallando con unos y otros".
"Se colocó encima de una deportista trans el peso de unas protestas y de una humillación nacional", insisten, añadiendo que las demás nadadoras vieron cómo se "eliminaba la integridad del campeonato".
En la misiva se subraya, además, que los transgénero de mujer a hombre "no cuentan con las mismas oportunidades que los que viven el proceso opuesto", que son "duramente perjudicados a la hora de conseguir una plaza en un equipo a causa de las diferencias de fuerza y velocidad entre las distintas categorías".
"Estamos dispuestas y ansiosas por debatir directamente con la NCAA los pasos potenciales que se pueden dar para crear nuevas soluciones para expandir la familia de este deporte", concluye la carta.
Finalmente, las declaraciones hicieron efecto y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió una proclamación por la que reconoce a la nadadora floridana Emma Weyant como ganadora legítima.