Baloncesto NBA y FIBA, la eterna comparación, las eternas diferencias. En pleno siglo XX parecían importar poco las reglas del deporte inventado por el canadiense Naismith partiendo de buscar un deporte de interior para el frío invierno, y en el que utilizó un cesto de melocotones para anotar. Pero resultó que una vez, en los Juegos Olímpicos de Múnich '72, la URSS le ganó con polémica la final a la potente selección de Estados Unidos y, desde entonces, ya no todo dio igual.
Aún pasaron muchos años hasta que las distancias deportivas se fueron acortando paulatinamente, y resultó otra vez que Estados Unidos perdió en el Mundobasket de Colombia '82 con España (109-99) en la fase de grupos, y después con la URSS en otra final de infarto (95-94) y, quizás, fue entonces cuando el baloncesto FIBA se acordó de que, a lo mejor, la distancia ya no era inasumible y que USA podía caer contra su élite.
Pero lo cierto, es que en esos años convulsos de desperezamiento del baloncesto FIBA, la NBA estaba casi en pañales. En los años 70 del siglo pasado, la ABA (American Basketball Asociation) se había disuelto como un azucarillo y la NBA tomaba el mando de las competiciones al otro lado del Atlántico. Eran años en los que iban apareciendo figuras reconocibles como Magic Johnson, Larry Bird, Robert Parish, Bill Walton, Kareem Abdul Jabbar, Julius Erving, Wilt Chamberlain o Walt Frazier, entre muchos otros. Leyendas que lo habían sido en la ABA pasaban a dominar ya la NBA, física y técnicamente, y los gestores de la liga, con el fallecido David Stern a la cabeza, comenzaron a adaptarse a los tiempos y al juego de esos profesionales.
Hablamos de profesionales de la NBA en los años en los que ser jugador FIBA no le garantizaba a nadie una vida asegurada tras los años deportivos. Años en los que los jugadores de la URSS, al terminar su etapa como deportistas, podían pasar al "aparato del partido comunista", pero nada más. Y en este contexto, la NBA no miró nunca a la FIBA, fueron pioneros en casi todo: poner la línea de 3, dejar el reloj de posesión en 24 segundos, hacer más ancho el campo, permitir lo que ahora llamamos aquí "paso 0" y muchas más normas que, tarde o temprano han ido llegando al baloncesto FIBA.
Ya metidos en el siglo XXI, y visto que el nivel del baloncesto en Europa había subido varios peldaños, determinadas reglas empezaban a chirriar cuando se han jugado partidos de equipos FIBA contra equipos en los que participaban jugadores NBA. Lo más criticado siempre han sido los pasos de salida y los contactos por rapidez de manos y las luchas al poste bajo. Durante los años 90 fue muy difícil poder achacar las victorias del baloncesto NBA contra el baloncesto FIBA a estas diferencias de reglamento, ya que con los sucesivos Dream Team, la superioridad era aplastante. Que los jugadores NBA hiciesen pasos en el 80% de las ocasiones no quería decir que, sin hacerlos, fueran a perder. Ni en los partidos de selecciones en campeonatos del Mundo o Juegos Olímpicos, ni en los famosos torneos McDonald's en los que se enfrentaron equipos NBA contra FIBA, la NBA dio opciones.
Pero llegó otro día en el que la selección de Argentina ganó un Mundobasket, y luego dejó fuera de la final de los Juegos de Atenas de Atenas a Estados Unidos, y España ganó otro Mundobasket, y entonces las reglas sí empezaron a importar. Como dijimos anteriormente, los pasos eran los que más protestas generaban y las distintas normas de posesión o distancia del triple siempre beneficiaban a la NBA, ya que ellos acostumbraban a jugar a 24 segundos y el triple, en partidos FIBA, estaba más cerca. Es cierto que el resto de los elementos principales de un partido son similares: altura de la canasta, distancia del tiro libre, pero la NBA siempre llevaba ventaja en esos detalles.
En los últimos años la FIBA ha tomado nota y ha igualado determinadas reglas. Por ejemplo, el tiempo de posesión ha pasado a 24 segundos, igual que en la NBA; el triple ha llegado a 6.75 metros, aunque sigue siendo más cercano que el de la NBA (7,25 en el frontal y 6,90 en los laterales); y la cancha sigue siendo un poco más pequeña a lo ancho, pero no es una diferencia muy apreciable. Hace unos años, FIBA cambió los saltos entre dos tras lucha por la alternancia de ataques, pero ya desde el año pasado se ha optado por recuperar el salto, igual que en la NBA.
Quizás la mayor diferencia que siempre ha existido entre ambas competiciones haya sido el tiempo de juego y la forma de repartirlo. En FIBA se jugaban 2 tiempos de 20 minutos, o sea, 40 minutos de tiempo real sin contar la prórroga, pero ya hace años que se pasó al formato de 4 cuartos para dar dinamismo y favorecer el descanso de los jugadores, aunque manteniendo los 40 minutos. En la NBA, sin embargo, siempre se dispusieron partidos de 4 cuartos y una duración de 12 minutos para jugar un total de 48 minutos. De unos años para aquí la NBA está estudiando la posibilidad de reducir los minutos puesto que la exigencia física del siglo XXI es muy alta.
Más allá de las diferencias técnicas, siempre se ha acusado a la NBA de tener cierta laxitud con los complejos anabólicos para mejorar la musculatura y el físico de los jugadores. En competiciones FIBA, generalmente, la prensa ha recalcado estas prácticas como algo que daba todavía más ventaja a los jugadores NBA y no les faltaba razón. Los jugadores FIBA siempre han tenido que suplir las carencias físicas con la técnica individual y los conceptos de baloncesto global que se practican en Europa. La NBA nunca ha negado dicha laxitud, pero siempre ha recalcado que sus jugadores pasan controles médicos. Con la incorporación de jugadores FIBA a la NBA, estas medidas de control se han regulado y todos los suplementos están aprobados internacionalmente.
El reglamento FIBA y las reglas del baloncesto NBA son, cada vez, más parecidas. Las diferencias entre FIBA y NBA se han ido reduciendo con los años y no es difícil pensar que en un futuro no muy lejano, todas las competiciones mundiales de baloncesto se jueguen con las mismas reglas.