La NBA es, indiscutiblemente, la mejor liga de baloncesto del mundo. Todos los niños que comienzan en este deporte sueñan con jugar algún día en estadios míticos como el Madison Square Garden de Nueva York o el Staples Center de Los Ángeles defendiendo los colores de su equipo favorito.
Aunque no es fácil ni, posiblemente, justo hacer una lista con las mejores estrellas de la historia de la NBA, no hemos podido resistir esa tentación. Estos son los que, a nuestro modesto juicio, son los veinte mejores jugadores de la NBA, personajes legendarios que ayudaron (y ayudan) a que la liga estadounidense sea el gran referente de este deporte.
Michael Jordan es, para aficionados y periodistas, el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos y, al mismo tiempo, uno de los mejores deportistas de siempre. Con los Bulls no solo logró unos números impresionantes, sino que fue el espejo en el que, desde entonces, se miraron todos aquellos jugadores que quisieron triunfar en la NBA. Único, diferente, excepcional… el mejor.
Sus números son apabullantes, pero sus ganas de ser cada día mejor lo son aún más. La decisión de terminar su carrera en Los Ángeles dice mucho de sus ganas de formar parte de la historia del baloncesto: ganó dos títulos con Miami Heat y uno con Cleveland Cavaliers, pero quiere despedirse por la puerta grande haciendo lo mismo en los Lakers. Anotador, pasador, potente… un atleta.
Un hombre capaz de competir durante 20 temporadas rindiendo a ese nivel se merece solo elogios: se retiró con 42 años convertido en el máximo anotador de la historia, un logro que hoy sigue vigente. Pero también fue el jugador que más partidos jugó en la NBA entre los Bucks y los Lakers, el que más tapones logró, el que más rebotes defensivos capturó y el que más minutos disputó. Su gancho es una leyenda.
Este hombre cambió la historia de una de las mayores franquicias de la NBA. Llegó a los Celtics en 1956 y, a partir de ese momento, ganaron 11 campeonatos en los 13 años siguientes, ocho de ellos consecutivos. El jugador total y que, además, fue capaz de ser jugador y entrenador al mismo tiempo durante sus últimas dos temporadas en activo.
La sonrisa del baloncesto, el hombre que desafió al propio deporte al convertirse en base con una altura nunca antes vista en ese puesto. Revolucionó la NBA y lo hizo sin perder nunca su espíritu ganador, convirtiendo cada actuación en un espectáculo. Una leyenda dentro y fuera de la pista que, en cada partido, era capaz de sorprender con una jugada que hoy sería la mejor de la semana. El mejor pasador de la historia.
El único jugador capaz de anotar 100 puntos en un partido de la NBA y que tiene las mejores estadísticas de la historia. Ganó un título con los Lakers y otro con los Sixers y hubiera sido un mito aún mayor de no haberse cruzado en su camino aquellos Celtics de ensueño. Durante siete años seguidos consiguió una media de más de 30 puntos y 20 rebotes por partido, alguien que nunca ha sido capaz de lograr jamás. El anotador total.
La otra gran leyenda de los Celtics. Fue la cara del equipo de Boston en la legendaria batalla contra los Lakers en los años 80, enfrentamientos que revitalizaron la NBA a la espera de la llegada de Michael Jordan. Larry Bird está considerado uno de los mejores aleros de todos los tiempos, aunque tuvo que retirarse antes de lo que le hubiera gustado por problemas físicos en su espalda.
La tragedia sufrida por el hombre que revitalizó a los Lakers en el siglo XXI no hace más que incrementar su leyenda. Sus 25 puntos por partido le convertían en un martillo para el equipo rival, pero sus números no son más que un pequeño ejemplo de lo que significó para su equipo. Su carisma, su espíritu de ganador y su carácter afable le llevaron a liderar al equipo de sus sueños. Uno de los pocos jugadores que puede presumir de haber disputado toda su carrera deportiva en un único club y que, además, fuera el de sus amores.
El mayor símbolo de la historia de los San Antonio Spurs fue uno de los jugadores más completos que se recuerdan en la NBA. Dominó la zona de manera apabullante, defendiendo como nadie y atacando de manera letal, aunque con un mecanismo tan sencillo como su famoso tiro de media distancia. El jugador total que llevó a su franquicia a conseguir éxitos que, hasta entonces, solo habían soñado.
Cuando Shaq llegó a la liga produjo un impacto que pocas veces antes se había producido. Combinaba una agilidad impropia de un pívot de su tamaño y, al mismo tiempo, una explosividad impresionante. Ganó tres campeonatos con los Lakers, formando un tándem imparable junto a Kobe, y otro título con Miami Heat, convirtiéndose en uno de esos jugadores que los aficionados que lo disfrutaron nunca olvidarán en su vida.
Elegir a los mejores jugadores de la NBA no es fácil, ya que cada aficionado, periodista o entrenador tiene sus propios gustos y baremos para elegir. Sin embargo, nos hemos permitido el lujo de hacer ese listado de los que, para nosotros, han sido los jugadores históricos de la liga de baloncesto más importante del mundo. Además de los diez ya seleccionados, en esa lista no pueden faltar: