Siguen saliendo más testimonios que cuentan qué pasaba en la vida de Maradona en sus últimos días. La Fiscalía tiene abierta una investigación y ya han testificado algunos de los que están siendo investigados, 5 hasta el momento.
Una de las últimas en hablar sobre el tema ha sido Griselda Morel, psicopedagoga del hijo menor de la estrella del fútbol, Dieguito Fernando. Esta ha estado muy cerca del círculo de Diego ya que acompañaba al pequeño cuando visitaba a su padre.
Griselda ha hablado sobre las confesiones que le hacía la cocinera Milagro Rodríguez en una de las veces que fue. “Monona (cocinera de Maradona) nos empezó a contar que por ejemplo uno de los custodios, no dijo cuál, le pisaba las pastillas y se las ponía en la cerveza para que no joda de noche. Como Diego no dormía, hacía eso con las pastillas a demanda de Diego. Todo era demanda de Diego. Si Diego se levantaba a las 9 de la mañana y pedía cerveza se la daban”.
La acompañante de Dieguito aseguró que “Diego no quería recibir a nadie. Apenas lo pude ver y no se le veía la cara de tan hinchado que estaba”. No solo sabe cosas por la cocinera, una de las masajistas le dijo que Maradona no andaba. “Sí, viste, porque no camina y puede hacer un edema cardiopulmonar y cagarse muriendo”.
Son muchos los testimonios que están saliendo contando el verdadero estado de salud que presentaba ‘El Pelusa’ y al parecer eran muchos los que intentaban que esto no saliera a la luz y que sobre todo no se enterara la familia.
“Un domingo el custodio estaba haciendo asado y Charly tomando vino con Diego en la mesa de almuerzo. Verónica esperó a que Diego se vaya al baño y justo llegó en anestesista que le dio un suero mágico. Verónica habló con Charly y le dijo por qué le daba vino, que no tenía que dárselo. Éste le dijo que sólo era una copa y ella le dijo que no era su amigo, sino empleado. La casa de Diego siempre era una mugre, un asco, todo desordenado, la heladera revuelta”, contó Griselda.
No se quedó aquí, también aseguró que el argentino en ocasiones presentaba heridas por caídas. “Una vez Diego tenía como una quemadura en el omóplato hasta el intercostal. Charly decía que era normal que Diego se cayera, que estaba acostumbrado. Verónica le mando a poner unas barandas de apoyo porque no se sostenía en el baño”, concluyó la psicopedagoga de Dieguito.