Se cierra un capítulo de la muerte de Diego Armando Maradona. Desde que falleciera la familia ha luchado para que se investigara las causas de su muerte y sobre todo si esta pudo haberse evitado. Esta investigación ha concluido y ahora se espera que se pida la elevación a juicio oral, según informaron este martes a Efe fuentes judiciales.
La Justicia argentina investiga a ocho personas por presunto "homicidio simple con dolo eventual" -delito que prevé una pena de entre 8 y 25 años de cárcel- buscando determinar si los cuidados al exfutbolista fueron deficientes y no se pusieron los medios necesarios para evitar su muerte.
Se trata del neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la médica que coordinaba los cuidados domiciliarios Nancy Forlini, el coordinador de los enfermeros Mariano Perroni, los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid y el médico clínico Pedro Di Spagna.
Según detallaron otras fuentes judiciales a la prensa local, la petición de elevación a juicio oral deben hacerla los fiscales antes del 13 de abril.
Maradona falleció a los 60 años el 25 de noviembre de 2020 y la autopsia al cuerpo del excapitán y exseleccionador de Argentina determinó que murió como consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada". También se descubrió en su corazón una "miocardiopatía dilatada".
Teniendo en cuenta "el grave cuadro de salud que evidenciaba la víctima" para los fiscales los imputados “colocaron o colaboraron a colocar un cúmulo de factores y circunstancias notoriamente burdas" y "condujeron al fatal desenlace del paciente que, de lo contrario, hubiese podido evitarse”, expresa el escrito. Además, aseguran que con este cuadro de salud, las acciones de los profesional le situó en una “situación de desamparo y abandono a su suerte”.
El campeón del mundo en México 1986 padecía problemas de adicción al alcohol, había sido ingresado en una clínica de La Plata el 2 de noviembre de 2020 por un cuadro de anemia y deshidratación y un día después fue trasladado a un sanatorio de la localidad bonaerense de Olivos, donde fue operado de un hematoma subdural por un equipo comandado por Luque.
El 11 de noviembre recibió el alta hospitalaria y se trasladó a una casa en un barrio privado de las afueras de Buenos Aires, donde falleció el 25 de noviembre.