Adriano Leite Ribeiro no juega al futbol desde hace cuatro años, pero sigue sin dejar la vida de lujo y excesos que siempre ha llevado. El delantero que deslumbró en el Inter de Milán y que asombró a todos los clubes de Europa se dejó llevar durante su carrera, y tuvo que retirarse de la primera plana por sus problemas con el alcohol. Ahora, ya retirado del fútbol, Adriano ha vendido su casa en Brasil y vive en un hotel de lujo a la espera de mudarse a un castillo.
El brasileño nunca ha tenido unos hábitos saludables y una de las grandes dudas sobre su carrera, es saber hasta dónde podría haber llegado si se hubiera cuidado más en lo personal. El alcohol marcó su etapa en el Inter de Milán y su enfrentamiento con Roberto Mancini, que le hizo dar un paso al lado y perder la confianza de los clubes europeos.
Adriano decidió vender su casa en Brasil hace unos meses por 1,35 millones de euros, para mudarse en un tiempo a un castillo. Pero mientras lleva una vida de lujo en un hotel de Brasil, en el que tiene todos los gastos pagados y recibe las visitas de sus amigos cuando quiere.
El todo incluido que tiene Adriano en el hotel le hacen llevar un gran nivel de vida. El exfutbolista vive en un apartamento con 145 m2, una sala con comedor, piscina con vista al mar, pensión completa con platos gourmet y autorización para recibir a amigos y familiares. Poco más puede pedir el delantero por unos 12.000 euros al mes antes de mudarse al castillo en el que vivirá.
Hace unos meses reconoció en una entrevista todo lo que pasó durante su carrera. “Solo me sentía feliz bebiendo toda la noche. Bebía todo lo que me ponían delante: vino, whisky, vodka, cerveza, mucha cerveza. No paraba de beber, y tuve que dejar el Inter porque me trajo problemas con Roberto Mancini, y no sabía cómo disimularlo. Llegaba borracho por la mañana a los entrenamientos. Me presentaba y me llevaban a la enfermería y le decían a la prensa que sufría dolores musculares”, dijo el brasileño.