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Ana Peleteiro encuentra la solución para descansar siendo madre y rendir como deportista: "Duermo por la mañana"

Ana Peleteiro fue madre de una niña hace unos meses y, desde entonces, ha compaginado su carrera como deportista de élite con la maternidad. La medallista olímpica retomó sus entrenamientos poco después de dar a luz, para poder volver a coger ritmo de competición lo antes posible.

Peleteiro ha contado a través de sus historias de su perfil de Instagram cómo está consiguiendo descansar en estos días que su hija no está pasando buenas noches. Ana comienza explicando que "Lúa siempre ha dormido genial desde que nació, pero llevamos dos días que de repente se despierta cada dos horas, simplemente, a que le ponga el chupete y me levanto como una pocilga".

Continúa diciendo que le resulta inevitable despertarse si escucha a su hija, por eso ella es quien se encarga de ella por las noches y Benjamin (su pareja), se encarga de llevársela fuera de la habitación por la mañana: "A las siete de la mañana, Lúa ya no quería estar más en la cama. Benjamin se la lleva al salón y yo aprovecho para descansar dos horas más, que me dan la vida para poder entrenar y llevar mi vida a cabo. He dormido, pero me he despertado cada dos horas", asegura la atleta.

Su duda tras la maternidad

Hace unos días, Ana volvía a sincerarse a través de sus redes sociales. La medallista olímpica compartió con sus seguidores la dura verdad de su recuperación postparto después de dar a luz a su primera hija. “Acabo de subir el post más real desde que me cree Instagram en 2012”, así anunció su nueva publicación la atleta gallega, en la que se sinceró sobre sus inseguridades después de dar a luz a su hija Lúa.

Hoy me voy a exponer como nunca y a abrirme en algo que nunca antes os había comentado por redes. Desde del nacimiento de Lúa, me costó muchísimo volver a mirarme al espejo… Falta de sueño, subida de la leche, estrés, kilos de más que hacían que no reconociera mi propio cuerpo… Y cientos de sentimientos que crearon en mis inseguridades, dudas y un poco de tristeza.

Desde el inicio del embarazo dudé de mi cuerpo, y en el posparto esas dudas aumentaron en un 200%. Estaba todo el rato comparándome con otras chicas, que aparentemente se habían recuperado en un abrir y cerrar de ojos, y no entendía por qué, a pesar de no haber cogido mucho peso y de entrenar tanto durante el embarazo, mi cuerpo no volvía a su sitio con la misma rapidez. Y sí, dudé muchísimo de mí, pero de repente un día dejé de hacerlo y empecé a quererme, respetarme y a sentirme orgullosa de todo aquello que mi cuerpo había creado. Y fue entonces cuando todo en un abrir y cerrar de ojos, empezó a volver a su ser.

Y aquí estamos hoy tres meses y medio después, volviendo a sentirme yo misma, que no la de antes, porque esa Ana nunca jamás volverá (gracias a dios), orgullosa de haber pasado por todas las fases y orgullosa de haber aprendido una vez más que el cuerpo de la mujer es MARAVILLOSO”, decía Ana a sus seguidores.