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La Federación Francesa, contra el Ramadán: prohíbe los parones en mitad del partido para beber o comer

La Federación Francesa de Fútbol ha tomado una drástica decisión contra el Ramadán. Con un comunicado que ha sido publicado en redes sociales y enviado a todos los árbitros del país, se prohíbe la interrupción de los partidos para que un jugador beba o coma.

Una práctica que si se realiza en otros países como Inglaterra o Alemania. Sin ir más lejos, el año pasado, la Bundesliga detuvo un encuentro para que Moussa Niakhaté, en el minuto 65 y cuando el sol ya había caído, pudiera hidratarse con una botella de agua.

La Federación no quiere interrupciones

El organismo, a través de la Comisión Federal de Árbitros (CFA) dirigida por Eric Borghini, envió un correo electrónico a los árbitros de la competición en este sentido, recordando el "principio de neutralidad del fútbol en los lugares de práctica".

"Se ha puesto en conocimiento de la Federación de las interrupciones de los partidos tras la ruptura del ayuno de Ramadán. Estas interrupciones no respetan las disposiciones de los Estatutos de la FFF. La Federación y sus organismos descentralizados, como organismos encargados de una misión de servicio público delegada por el Estado, defienden los valores fundamentales de la República Francesa y deben implementar los medios para prevenir cualquier discriminación o ataque a la dignidad de una persona, en particular a causa de sus convicciones políticas y religiosas", cita el correo.

Sanciones para los que incumplan el correo

La Premier League sí permitirá esta práctica y se realizará una "pausa natural" para que los jugadores puedan hidratarse o incluso nutrirse. “Quien infrinja estas disposiciones estará sujeto a un proceso disciplinario y/o penal”, indica la Federación de Fútbol Francesa, prohibiendo durante sus competencias “cualquier discurso o manifestación de carácter político, ideológico, religioso o gremial”, según cita el comunicado.

"Un campo de fútbol, un estadio, un gimnasio, no son lugares de expresión política o religiosa, son lugares de neutralidad donde deben prevalecer los valores del deporte, la igualdad, la fraternidad, la imparcialidad, aprendiendo a respetar al árbitro, a uno mismo y al de los demás", cita uno de los estatutos de la FFF.