La leyenda del fútbol español, Fernando Torres, se retiró en 2019 del fútbol profesional. Después de una exitosa carrera, pasando por varios clubes, como Atlético de Madrid, Liverpool, Chelsea y Milán, terminó por retirarse en el equipo japonés, Sagan Tosu, a sus 35 años.
Torres nunca tuvo entre sus planes de futuro ser entrenador. Tras retirarse, su nuevo camino en el fútbol apuntaba más a la dirección general o deportiva de un club que a los banquillos. Por sorpresa, una mañana comunicó a Bahía, su agencia de representación, que quería apuntarse a los cursos de entrenador de la Federación Española de Fútbol.
Desde su retirada, el delantero de Fuenlabrada ha estado trabajando para convertirse en un entrenador de éxito y, por qué no, llegar al banquillo del primer equipo del club de su vida en un futuro. En 2018 Fernando se despidió de la afición colchonera prometiendo que volvería al club que le ha visto crecer y que "no era un adiós, si no un hasta pronto".
Cumpliendo su promesa, Torres comenzó su carrera como entrenador en la academia del club colchonero, como segundo entrenador, pero pronto pasó a ser el dirigente número uno en el Juvenil A. Lleva dos temporadas a cargo del equipo y ha conseguido un buen rendimiento, compitiendo la Liga con el Real Madrid y llegando a fases avanzadas de la Youth League.
Por otra parte, el futbolista cuenta con una cadena de gimnasios en Madrid desde hace muchos años "Nine Fitness", que no ha dejado de crecer en los últimos años. Está enfocada a las actividades grupales con diferentes actividades como boxeo, entrenamiento funcional y el trabajo para equilibrar cuerpo y mente. Según la compañía de Torres, se trata del “entrenamiento del futuro”, un “nuevo concepto que lo revoluciona todo”.
Además, participó para que la compañía Podoactiva abriera sus instalaciones en Retiro e invirtió en el prestigioso Grupo Lalala para abrir el restaurante La Mamona Chamberí en la calle Ponzano, un lugar de referencia para el ocio en Madrid.