Un partido de cadetes en Vizcaya ha causado polémica. Un árbitro prohibió la entrada a un niño al campo por llevar un patka, un turbante que llevan las personas que profesan la religión del sijismo. La reacción de sus compañeros fue ejemplar.
El colegiado al no permitir su entrada, el resto de su equipo decidió de manera inmediata abandonar el terreno de juego por ese acto de discriminación y el partido acabó siendo suspendido.
Los hechos se produjeron el pasado 21 de enero y según ha informado el diario Deia. Informan que sucedió en el campo del Padura, en Arrigorriaga (Vizcaya). El joven se disponía a entrar en el campo tras el descanso. Fue entonces cuando el colegiado decidió parar la entrada del joven Gurpeet porque llevaba el turbante.
Le señaló que debía quitárselo si quería ingresar en el césped y si no, no podría jugar. El árbitro consideró que esto incumplía el reglamento y por eso no podía entrar. La reacción del resto fue inánime y dejaron el campo.
El presidente del Arratia, equipo al que pertenece, se mostró contrariado y sorprendido por esta decisión. El jugador ha disputado todos sus partidos con el patka y nunca había tenido problemas. "Lleva cuatro años jugando con él y nadie le ha dicho nunca nada. Hay chicas musulmanas que juegan con velo y no pasa nada. No lo entiendo", dijo el dirigente en el diario Deia.
De momento las únicas sanciones que ha habido al respecto han sido para el propio Arratia. La Federación de Vizcaína de Fútbol ha sancionado al club vasco 300 euros de multa y perder tres puntos por haber abandonado el campo sin haber terminado el encuentro. Una decisión que no ha sentado nada bien y se suma a la polémica de no permitir al jugador participar en el campo.