Insólito lo ocurrido en un pabellón de baloncesto en Estados Unidos. Se enfrentaban el Duquesne y Loyola Chicago en un partido de la universidad, cuando en el segundo cuarto, con 40-37 a favor de los visitantes, el partido se tuvo que parar por una presencia no autorizada.
Y es que dé repente, sin previo aviso, apareció un repartidor de comida rápida que ingresó en la pista de juego obligando a parar el encuentro. Los jugadores de ambos equipos no se lo podían creer y las risas se empezaron a escuchar en el pabellón.
El repartidor era de la marca Uber Eats y la bolsa de comida que traía era del famoso restaurante McDonald´s. Incluso el árbitro, que fue el primero en darse cuenta, quiso frenar al pobre trabajador, quién se encontraba despistado buscando al responsable del pedido.
Según han podido informar varios trabajadores del club, la culpa fue de un responsable de vídeo, que pidió la comida para cenar mientras veía el partido. El trabajador iba bien encaminado, pero no entró por dónde debía y no se dio cuenta de la que estaba liando.
"Realmente no me di cuenta, pero acabo de ver el vídeo después del partido. Nuestros jugadores se morían de risa en el vestuario", dijo el entrenador de Duquesne, Keith Dambrot, sobre lo ocurrido en la Universidad de Dukes. Sin duda, lo que no pase en Estados Unidos no pasa en ningún sitio.
Luka Doncic está en uno de sus peores momentos en el Dallas Maverick. El esloveno, que se encuentra en su quinta temporada en la NBA, está realizando sus mejores números en el apartado individual siendo uno de los claros favoritos para hacerse con el MVP de la temporada. Pese a ello, Doncic no consigue sacar victorias y podría estar planteándose una marcha al final de temporada.