Leo Messi está apurando sus últimos días de vacaciones en Rosario antes de regresar a París, donde tendrá que verse las caras con Mbappé tras lo que pasó en la final del Mundial y las celebraciones. Al astro argentino le ha sentado muy bien ganar la Copa del Mundo, hasta el punto de que él mismo ha querido organizar una fiesta para amigos, familiares y compañeros de Selección para poner el broche a los festejos.
El ex del Barcelona llegó al evento cual estrella de rock. Los aficionados, que se enteraron de la ubicación de la fiesta, se agolparon a la entrada, impidiendo que el coche donde iba el argentino y su familia casi pudiera moverse. El auto de Messi llegó cubierto de camisetas que los hinchas le tiraron esperando que las firmase.
El festejo se llevó a cabo en City Center Rosario, un hotel, casino y centro de convenciones de esta ciudad de la central provincia argentina de Santa Fe, a la que Messi llegó el pasado día 20, tras las multitudinarias celebraciones en Buenos Aires por el triunfo e la 'Scaloneta'.
El evento, denominado "la fiesta de los campeones", se dio en medio de un fuerte operativo de seguridad, que incluye un vallado y un cordón policial en los accesos al hotel, adonde se agolpan hinchas de Argentina que sueñan con ver llegar a Messi, a algunos de sus compañeros y a otras celebridades invitadas.
Al igual que Neymar por sanción, Leo Messi tampoco estará en el partido que el PSG juega en Año Nuevo. Se espera que el astro rosarino regrese a la dinámica del equipo francés el próximo 2 o 3 de enero, según dijo su entrenador en sala de prensa.