Como viene siendo habitual, el día 28 de diciembre es el Día de los Inocentes. Algo que los clubes usan como una manera diferente de hacer reír a la gente y meter algún susto a sus deportistas. Y esto es lo que ha pasado en el Breogan de la ACB de baloncesto.
En mitad del entrenamiento en el Pazo Dos Deportes de Lugo, la Policía se presentaba con la intención de hablar con la plantilla. Pocos minutos después, con todos ya reunidos, el inspector procedía a comunicarles su presencia en el entrenamiento. El motivo: una supuesta red de hackers informáticos que estaban siendo buscados. Poco a poco, el inspector fue llamando uno por uno a los jugadores (bueno, solo a las dos víctimas).
El primero en salir a hablar era Sergi García, recién llegado a la plantilla y que no entendía nada de lo que estaba pasando. Tras varios minutos, el inspector Murillo comenzó a preguntar sobre el capitán del equipo, Sergi Quintela, y si utiliza el ordenador durante las concentraciones. García, con miedo por la situación, aseguró no conocer del todo a Quintela pero sí haberle visto con ordenador.
El siguiente en salir fue Víctor Arteaga, quién se mantuvo fuerte ante las acusaciones del inspector y en ningún momento vendió a su amiga. Una situación que solo conocían dos de los compañeros y que dejó en shock a gran parte de la plantilla.
Finalmente, el inspector Murillo preguntaba por Sergi Quintela y, después de ver su taquilla, encontró un ordenador y varias fotos de Ibai Llanos. Ante esto, la Policía no dudó ni un segundo y esposó al capitán ante la incredulidad de los asistentes. El inspector junto a sus compañeros montó en el coche de Policía a Quintela y acabó llevádoselo poco antes de finalizar la broma. "Chavales, ¿no ibais a hacer nada?", comentaba el capitán mientras se descojonaba de sus compañeros de equipo.