Erling Haaland tuvo un acalorado recibimiento en su vuelta a Dortmund. Aunque no tuvo su mejor partido y no logró penetrar la portería de Gregor Kobel, la noche estuvo llena de momentos emotivos para el noruego que seguro que no olvidará.
La que había sido su afición le recibió con los brazos abiertos y, al terminar el encuentro, el delantero no pudo evitar dar una vuelta de honor al estadio para agradecer todo el cariño mostrado.
Sin embargo, Haaland no solo recibió cariño, sino que también lo repartió. Al igual que hizo a su salida del club alemán, cuando regaló relojes a toda la plantilla, ha vuelto a obsequiar con regalos a los que fueron su familia.
El jugador noruego compró camisetas del Manchester City (y las firmó) para todo el personal del equipo: desde jugadores y cuerpo técnico hasta empleados del Borussia Dortmund. Cada camiseta costó casi 100 euros, por lo que se ha dejado miles de euros para hacer el detalle.
Pep Guardiola tuvo que quitar a su jugador estrella porque había tenido fiebre esa misma tarde y le veía demasiado cansado. Además, recibió un golpe en el pie y el técnico no quiso arriesgar a perder al máximo goleador del club inglés en lo que va de temporada.
“Erling tuvo algo de fiebre antes del partido. Le vi cansado. Es el motivo por el que le cambiamos. En ese momento, sufrimos mucho. El primer motivo es que le vi cansado, tuvo fiebre y el segundo es que tenía un golpe en el pie. Por eso no estuvo disponible para la segunda mitad”, ha explicado Guardiola.