La peligrosidad de las carreras aéreas es una realidad. Desde que se fundara el Campeonato Nacional de Carreras de aviones en Estados Unidos en 1969, ya son 21 fallecidos en plena competición. Este fin de semana, en el aeródromo de Reno (Nevada), la tragedia ha vuelto a suceder.
Uno de los participantes se estrellaba en plena carrera, cuando competía junto a otro de los pilotos. Un vuelo muy bajo, cercano al suelo, hizo que la pequeña avioneta no pudiera ejecutar la maniobra de subida de nuevo y termina chocando contra el suelo. En ese momento, una gran bola de fuego recorrió buena parte de las pistas ante el asombro de los miles de espectadores que presenciaban la competición.
El sheriff del condado de Washoe confirmaba el fallecimiento en el acto del piloto y abría una investigación de lo que podía haber sucedido, aunque en las primeras declaraciones se habla de la peligrosidad de volar a tanta velocidad cerca del suelo.
La competición nacional de carreras aéreas vuelve a estar de luto. Una vez más, el increíble espectáculo que reúne a miles y miles de persona en cada una de sus etapas sufre de nuevo la tragedia: ya son 21 pilotos fallecidos en los 53 años de historia, casi un cada dos años de competición. Peor fue lo que sucedió en 2011 cuando el piloto James Leeward se estrelló en esa ocasión contra la multitud de personas que estaban presenciando el evento en el mismo lugar: 11 personas murieron tras el accidente, además del propio piloto.