Son muchos los románticos del fútbol que echan la vista atrás y disfrutan viendo las equipaciones que los equipos sacaban. Se ha convertido en uno de los momentos más esperados de la temporada cuando los clubes tienen que anunciar de forma oficial cuál será la indumentaria. En los últimos tiempos esto se ha convertido en una estrategia comercial, pero hay algunos que pasarán a la historia porque macaron una época.
La selección de Alemania se proclamó campeona del mundo en el año 1990 con una camiseta que ha pasado a la historia; y no solo por ser con la que los germanos obtuvieron el cetro mundial.
Fue un cambio radical y atrevido, representando un diseño alternativo con las franjas de la bandera alemana dispuestas de modo desigual sobre el fondo blanco característico.
La naranja mecánica de Cruyff tuvo una camiseta muy bonita y recordada, a pesar de su aparente simpleza. Precisamente, el mejor jugador holandés de todos los tiempos tiene una particular historia con esta zamarra.
El ‘14’ de los tulipanes tenía contrato con Puma y se negaba a jugar con Adidas. Lo solucionó arrancando una de las tres líneas características de la firma deportiva.
Holanda también tiene la que muchos consideran una de las camisetas más bonitas de la historia gracias a su rompedor diseño.
La lucieron en la Euro 1988 con la que Van Basten, Gullit y compañía se alzaron con el trofeo de mejor selección del continente.
Aquel Mundial USA 1994 fue de ingrato recuerdo para España. Su diseño era atrevido; las franjas de Adidas se convirtieron en rombos de colores azul y amarillo con el color rojo de fondo en la camiseta titular. Pero el mayor recuerdo lo tenemos con la segunda equipación, de color blanco, pero enrojecida con la sangre de Luis Enrique tras un codazo de Tasotti que quedó impune. La selección recuperó un diseño similar en 2019 para conmemorar el 25º aniversario de uno de los conjuntos más míticos que ha llevado ‘la roja’.
Aquel Mundial 1994 tuvo varias camisetas atrevidas, como la que portaba la selección de Rusia o la de los anfitriones norteamericanos, con estrellas en sus hombros. Sin olvidar la que llevaban los guardametas con selecciones vestidas con Adidas, decoradas con cuadros desiguales de distinto color.
La selección de Camerún liderada por Eto’o trató de revolucionar el mundo del fútbol con una camiseta sin mangas, que utilizaron en la Copa África de aquella temporada.
El objetivo era el de utilizarla también en el Mundial de Corea y Japón 2002, pero la FIFA no se lo permitió.
Jorge Campos fue un notable portero mexicano que fue internacional con la selección mexicana y que, en ocasiones, jugaba de delantero. Llegó a anotar 47 goles en toda su carrera.
Un tipo peculiar que es recordado también por las llamativas equipaciones que portaba en cada partido. Quizás, un método para distraer a sus adversarios.
El Real Madrid ha contado en su historia con diversas camisetas que han marcado época gracias a sus hazañas.
Una de las más recordadas fue la que lucían en 1982, blanca inmaculada y con la publicidad de una conocida marca de electrodomésticos. Una equipación vintage.
El Barça siempre viste de azulgrana, pero una de sus camisetas más reconocibles es de color naranja.
Puede que no pegue demasiado con sus colores, pero es uno de los mejores recuerdos para el barcelonismo. Con ella ganaron su primera Champions League con un derechazo de Koeman tras el lanzamiento de una falta en la prórroga.
El Atlético de Madrid llevó varias temporadas la publicidad de Marbella en sus camisetas debido a su presidente Jesús Gil, quien también era alcalde de la ciudad malagueña. Una camiseta para el recuerdo fue, especialmente, la del histórico doblete de 1996.
Tuvieron otros sponsors peculiares. En el año 2003, el cuadro colchonero firmó un acuerdo con una productora cinematográica con la que lucían publicidad de los últimos estrenos en la gran pantalla.
El mundo del fútbol está plagado de camisetas preciosas e inolvidables. Unas por su diseño y otras por ser con las que se han conseguido logros para clubes o selecciones. Todo el mundo tiene en mente la equipación de la URSS en 1970, la de la Brasil de Pelé o la de Argentina de Maradona. Difícil quedarse solamente con una.