El mundo del tenis comienza el 2023 con una revolución para evitar que ocurra como en el golf. La llegada de grandes inversores ha hecho que surja una liga paralela y el tenis quiere blindar sus competiciones para que no ocurra lo mismo.
La ATP está creciendo a un ritmo rapidísimo y este año lo va a seguir haciendo con el impulso que se está aplicando con más premios, más tenis, más oportunidades para los pequeños, el regreso de antiguos torneos...
Tal y como lo anunciaron el noviembre pasado, el circuito profesional masculino ha comenzado a dar los primeros pasos para mejorar su atractividad. En total, en este 2023, se repartirán casi 218 millones de euros a los tenistas, la mayor cifra de la historia. La idea es que este sea solo el primer paso de una evolución que llevará al tenis masculino a otro nivel, haciendo cambios en varios torneos reconocidos.
La expansión de tres Masters 1.000, que se alargará de ocho a doce días de juego, y recuperar torneos como el de Shanghái, que no se ha disputado durante los dos últimos años debido a la pandemia mundial que se ha vivido. La idea del presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, es cuidar a los tenistas: "Nuestros jugadores son deportistas de clase mundial y es nuestra prioridad asegurarnos de que se les compense como corresponde."
La ATP, a parte de mejorar las condiciones de sus tenistas, ha llegado a un acuerdo con la Federación internacional de Tenis, cediendo en la cuestión que más polémica ha generado en los últimos años, la Copa Davis. El circuito profesional negó al formato de la mítica copa de naciones liderado por Gerard Piqué con la ATP Cup. Este año ha terminado por claudicar, modificando la competición, ahora llamada United Cup, y cerrando un pacto con la ITF con el que la Copa Davis entra a formar parte del calendario ATP.
Estos cambios, que han caído con buen pie entre los tenistas y aficionados, podrían ser una reacción a una posible amenaza de los jeques árabes para reemplazar a la compañía ATP.