Rafael Nadal va a participar en su primer torneo desde que ha sido padre y ya nota la diferencia. El de Manacor está en Paris para competir en el último Masters 1000 de la temporada y asegura que después de un par de días fuera de casa echa de menos a su hijo.
A pesar de que el tenista admite que todavía no lo conoce mucho, ya echa de menos a su hijo después de haberse marchado a competir en la capital francesa. Sin embargo, ha encontrado su solución en la tecnología.
“Dejas a tu hijo en casa y sin poder verlo después de dos o tres semanas, cuando todavía apenas nos conocemos, y ya lo extrañas, es una nueva experiencia, pero todos los cambios son difíciles en la vida”, ha explicado Nadal.
“Ahora tenemos la suerte de que con la tecnología puedes hacer videollamadas y es algo que ayuda mucho”, ha añadido.
El de Manacor ha asegurado que sus objetivos no pasan por estar pendiente de la clasificación ATP, sino por centrarse en el presente y ser competitivo cada vez que dispute un partido.
“Para ser claro, no estoy mirando al número uno, es un objetivo que te interesa, pero ya no lucho por serlo, no lo he hecho en el pasado. He logrado este objetivo varias veces durante mi carrera, lo cual me enorgullece, pero como digo muchas veces, estoy en una etapa de mi carrera en la que sólo lucho por ser competitivo en cada torneo que juego”, ha sostenido.
Además, llegue o no a ser número 1 tiene asegurado su puesto en las finales de la ATP. Por otro lado ha padecido muchos dolores a lo largo del año, como una necrosis en el pie o una rotura abdominal, que le han apartado de las canchas. Sin embargo, Nadal ha sido muy competitivo e incluso a logrado dos Grand Slam.
“Mantener la pasión, el amor por el juego y el espíritu de lucha todos los días y en cada entrenamiento, es motivo de orgullo. Espero divertirme tanto en los dos últimos torneos de la temporada”, ha explicado para cerrar.